Las aeronaves espirituanas trabajan en los puntos más críticos del incendio, que ya ha afectado preliminarmente más de 900 hectáreas. Hasta ahora no se reportan daños humanos ni en las viviendas de los pobladores del lugar
Por: Mary Luz Borrego
Tres aeronaves M-18 y su tripulación completa —pertenecientes a la Unidad Empresarial de Base (UEB) Sancti Spíritus, de la Empresa Nacional de Servicios Aéreos— ya se encuentran en operaciones y lanzan agua desde las alturas para contribuir a la extinción del incendio de grandes proporciones que desde el pasado sábado afecta áreas forestales en Pinares de Mayarí.
El periodista holguinero Emilio Rodríguez Pupo, quien da seguimiento a este hecho en el propio lugar del siniestro, confirmó que los conocidos dromedarios espirituanos hicieron el reconocimiento y trabajan en áreas del Parque Nacional Mensura Piloto, en una zona boscosa de montaña conocida por Diego Pupo.
Tres pilotos y cuatro técnicos experimentados conforman la tripulación de estos aviones, que se encuentran operando en la pista de San Germán, y por sus características pueden utilizarse tanto en trabajos agrícolas como en la sofocación del fuego.
El propio reportero confirmó que ninguna de las viviendas y de los habitantes de esa región —quienes se agrupan en tres asentamientos y casas aisladas—, ha sufrido daños, se mantienen a salvo y sin ser evacuados, excepto alrededor de una veintena de niños, embarazadas y ancianos que viven en Pueblo Nuevo de Pinar y se trasladaron para evitarles afectaciones respiratorias con el humo.
Los daños preliminares del siniestro ya abarcan más de 900 hectáreas de pastizales, pinos y cafetos; y en el caso del núcleo poblacional Vivero dos el fuego rondó el patio de las casas más distantes, pero no ocasionó daños gracias al actuar preventivo del Cuerpo de bomberos del municipio presente en el lugar del siniestro.
Junto a ellos, trabajan allí cientos de movilizados del Cuerpo de Guardabosques, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, de las empresas agroforestal Mayarí y constructoras del territorio, hombres del cercano municipio santiaguero de Mella, entre otros que laboran intensamente para evitar que el fuego continúe su propagación.
Con helicópteros, carros cisternas, equipos de la construcción y todos los medios disponibles se mantienen intensos trabajos, incluida la realización de trochas cortafuegos que buscan detener la expansión del siniestro.
Ernesto Cuéllar Rodríguez, director de la UEB espirituana, detalló a este medio que estas aeronaves cuentan con una capacidad de 1 500 litros, y allí se guían por las indicaciones pertinentes de la empresa forestal de aquel territorio para verter el líquido en los lugares más críticos.
La cantidad de viajes dependerá de la situación del clima en el área y los pilotos con su pericia decidirán la altura a la que pueden sobrevolar para evitar el humo y otros riesgos que entorpezcan su desempeño y puedan implicar riesgos.
Un destacamento de la UEB espirituana también participó en la extinción del fuego ocurrido el pasado año en la Base de Supertanqueros de Matanzas, que provocó numerosas víctimas y cuantiosos daños materiales. (Tomado de Escambray).