Inaugurado en 2016, este Banco de Leche Humana (BLH), del Hospital Provincial Camilo Cienfuegos, es único en esta provincia del centro de Cuba, y promueve la creación de puntos de recolección de leche en la comunidad
Por: Arelys García Acosta
La pequeña Beatriz, con apenas días de nacida, regresa a los brazos de su madre luego de una intervención quirúrgica. Gracias a los cuidados médicos y a la leche materna donada de manera anónima al Banco de Leche Humana (BLH) Jardín para la vida, adscripto a la Sala de Neonatología del Hospital Provincial General Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus, esta pequeña volvió a la vida cuando apenas había comenzado a vivirla.
El BLH de Sancti Spíritus, inaugurado en agosto de 2016, ayuda a la supervivencia de los recién nacidos, fundamentalmente los que nacen con malformaciones congénitas y presentan malnutrición en la primera etapa de la vida.
La existencia de esta instalación, única de su tipo en la provincia, beneficia a las madres ingresadas en las maternidades y, próximamente, favorecerá a las restantes mamás que en las comunidades están dispuestas a donar, también, este alimento rico en nutrientes.
EN LA COMUNIDAD
El Banco de Leche Humana del Camilo Cienfuegos promueve la creación de puntos de recolección de leche en la comunidad, con la participación del personal sanitario entrenado en este proceder.
La doctora Migdiala Soria Díaz, jefa de ese servicio en la institución hospitalaria, precisó que el propósito es elevar la cantidad de leche acopiada en el banco y beneficiar a un mayor número de recién nacidos necesitados de este alimento.
Inicialmente —agregó la especialista— se aplicará la experiencia en el Policlínico Norte de la ciudad cabecera y en el Hospital Pediátrico Docente Provincial José Martí Pérez, para después extenderla a otros municipios.
La recolección de la leche materna se realizará en las casas bajo el estricto cumplimiento de las normas sanitarias y de las cadenas de frío con el empleo de los medios de asepsia y antisepsia para el almacenamiento y traslado del líquido hasta el BLH provincial, subrayó Soria Díaz.
Las madres donadoras deberán cumplir ciertos requisitos, entre estos no padecer de enfermedades infectocontagiosas como el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y la hepatitis B, o con una situación clínica determinada.
A las posibles donantes —manifiesta la especialista— se les realizarán encuestas sobre su estado de salud, además de llevar un seguimiento por la Enfermera y Médico de la Familia.
En estos momentos, solo se recolecta dicho alimento en el BLH del Camilo Cienfuegos, y una vez que se extienda el proyecto a las áreas de salud, se podrán beneficiar, también, neonatos que no reciben leche materna no ingresados en el centro asistencial.
Dotado de un equipamiento de Primer Mundo —dígase extraederas eléctricas y modernos equipos de laboratorio—, el BLH beneficia a los bebés pretérminos, gemelares, bajo peso, los que han sido intervenidos quirúrgicamente, enfermos críticos, niños atendidos en el área de Servicio Abierto y los hijos de las madres con VIH o que estén ingresadas en terapia y no puedan lactar.
De acuerdo con la también especialista de primer grado en Neonatología, desde el momento del nacimiento en los salones de parto se trabaja con la mamá para que en los primeros minutos comience la lactancia materna de manera exclusiva por la importancia que esta tiene para el niño y la madre.
En las salas donde permanecen infantes ingresados también se efectúan charlas educativas, conversatorios e intercambios con las madres para que amamanten a sus hijos y no le suministren ningún otro complemento hasta el sexto mes de vida, explicó Soria Díaz.
Durante el 2022, gracias al aporte de unas 370 madres donadoras, cerca de 500 niños espirituanos fueron favorecidos con leche materna, forma de alimentación fomentada internacionalmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), debido a los beneficios que trae consigo para bebés de hasta seis meses de vida.
LECHE MATERNA, MÁS SALUD
Fundamentadas en estudios científicos, ambas organizaciones internacionales recomiendan iniciar la lactancia a la hora siguiente al nacimiento, que esta sea exclusiva durante los primeros seis meses de vida y continúe hasta los dos años y más, complementada con alimentos nutricionales adecuados y seguros.
Investigaciones coinciden en que la lactancia ayuda al desarrollo cerebral de los bebés, a su crecimiento, mejora sus oportunidades escolares y limita los riesgos de desarrollar trastornos como la diabetes, la obesidad infantil y las anemias.
La leche materna incluye proteínas, minerales, vitaminas y grasa en la proporción exacta que el bebé necesita; posee, además, miles de agentes protectores, factores de crecimiento y células que combaten las infecciones, contribuyen al desarrollo cerebral del bebé y sientan las bases de su salud futura.
La lactancia ayuda a prevenir la depresión posparto, a manejar mejor el estrés debido al contacto piel a piel de la madre con el bebé, protege contra el cáncer de mama y de ovarios, además de disminuir el riesgo de padecer diabetes tipo 2. (Tomado de Radio Sancti Spíritus).