En Trinidad es significativa la cantidad de alumnos matriculados en el nuevo curso deportivo en la EIDE Lino Salabarría Pupo, y se aprecia alta eficacia en resultados deportivos
Por Joaquín Gómez Serra
El noveno mes del año ya camina raudo por su segunda quincena en un septiembre que vio renacer el nuevo curso deportivo-lectivo con nuevos retos, y que para Trinidad y su movimiento deportivo significa mantener el segundo lugar del lujo desde el punto de vista competitivo a nivel de provincia, sólo superado por el municipio Sancti Spíritus.
Esta afirmación se dice fácil, pero conlleva esfuerzos, dedicación y mucha perseverancia ante municipios con tradición como Cabaiguán y Fomento. Sin embargo, desde el punto de eficiencia competitiva, hoy la Villa Patrimonio de la Humanidad, aunque no lo contemplan así los números, se puede decir que es el de mayor eficiencia en cuanto a cantidad de alumnos matriculados en el nuevo curso deportivo en la EIDE Lino Salabarría Pupo, y el de mayor eficacia en resultados deportivos, sólo superado por el “monstruo” de la cabecera provincial, que tiene cerca de 400 alumnos-atletas matriculados en la escuela donde se forja el futuro del músculo yayabero.
Tras terminar hace sólo días la entrega pedagógica en visita realizada a Trinidad por parte de los metodólogos del sistema competitivo de alto rendimiento de la Dirección Provincial del INDER, la Villa tiene 31 alumnos de nuevo ingreso en la EIDE, con más de setenta como continuantes, que la ubican en el segundo lugar.
Para el nuevo curso 2023-2024 la provincia de Sancti Spíritus tiene el reto de retener o mejorar el séptimo lugar de los pasados Juegos Escolares Nacionales del Alto Rendimiento, escaño histórico alcanzado anteriormente por la provincia en 2019, pero que enfrenta en los albergues, aulas y en toda la escuela, que incluye el tabloncillo de entrenamiento, serios problemas constructivos que atentan contra la calidad de vida, y rendimiento lectivo en las aulas y deportivo en las canchas de entrenamiento.
El pasado 4 de septiembre la EIDE Lino Salabarría Pupo acogió la matrícula de 810 alumnos-atletas, 550 de ellos continuantes, y según la directora en funciones de la EIDE, Magdeivi Portal Benavides, la mayor cantidad de matrícula está en las enseñanzas de secundaria básica y preuniversitario, mientras en la primaria inician sus labores deportivo-educativas 60 estudiantes.
El nuevo curso 2023-2024 se inicia en la EIDE yayabera con serios problemas de filtraciones, debido a las malas reparaciones realizadas por la EPASE en la escuela, las cuales hacen mella en casi todos los techos, con mayor incidencia en la cocina-comedor, y en el tabloncillo donde se practican 26 disciplinas deportivas, amén de que hoy la institución deportiva tiene cerrado dos de sus albergues.
Este nuevo período educativo comenzó en la institución deportivo-educativa con un déficit de 26 docentes en la secundaria básica, y con 10 en la enseñanza preuniversitaria y cobertura completa en la primaria, mientras se buscan opciones en la enseñanza-aprendizaje con contratos.
La buena nueva en la escuela deportiva yayabera es que se vuelve a la normalidad del proceso docente-educativo, que comprende 44 semanas, en las que se comenzará a cumplir el calendario competitivo.
La EIDE Lino Salabarría Pupo inicia con una base material de estudio al 50 por ciento, tal como ocurre en todo el país, además de contar con 123 técnicos deportivos, y directos a estudiantes hay 96 profesores, con un déficit de 26, los cuales se suplen con estudiantes en formación de la escuela de Profesores de Educación Física (EPEF), así como de la Universidad del Deporte.
Los deportes con más afectaciones son el tiro con arco, el hockey sobre césped, la lucha, en sus dos estilos, el libre y la greco, gimnasia artística y voleibol.
Conocedores de los problemas que enfrentan sus alumnos-atletas el Sectorial municipal de deportes sureño, el cual dirige Miguel Ortega Naranjo, se apresta a mantener el segundo lugar en cantidad y eficacia en su deporte, en dura batalla ante las escaseces y una infraestructura deportiva, muy bien cuidada, pero que cuenta con muy pocas instalaciones, casi a la par o en peores condiciones que La Sierpe.