Por: Ana Martha Panadés
25/julio/2012
Entre los más bellos paisajes de la montaña serpentean carreteras y caminos que sirven de acceso a las comunidades enclavadas en el plan turquino trinitario. Y aunque por ratos el camino se torna difícil, en general los viales de esta zona mejoran gracias a un ambicioso programa de reparación y mantenimiento.
Trabajadores de la Empresa de Obras de Arquitectura, ECOA-50, de este territorio, concluyeron el recrecimiento de diez kilómetros de la vía, desde Topes de Collantes hasta los límites con la provincia de Villa Clara, lo cual hace más seguro el tránsito por esa vía donde están enclavados importante intereses económicos y sociales de la región montañosa Guamuahaya.
La ingeniera Daini Hondal, de esta empresa constructora, destacó la complejidad de las labores que permitieron reconstruir siete áreas donde ocurrieron deslizamientos de tierra, muy comunes en las carreteras de la montaña a causa de las lluvias intensas y en los que se levantaron muros de contención con hormigón y tierra.
Los trabajos se concentran en la carretera Manaca-Güinía, sometida a un proceso inversionista que en su totalidad debe superar los seis millones de pesos e incluyen labores para la solución de drenajes, colocación de tuberías y revestimiento de cunetas.
En una primera etapa se asfaltaron cinco kilómetros del tramo entre Manaca y Condado; ahora las fuerzas de la ECOA 50 se concentran en los ocho kilómetros entre El Algarrobo y Seibabo, con el compromiso de concluir este año las acciones.
El vial, de 29 kilómetros, resulta estratégico para enlazar, a través de la coordillera montañosa del centro de Cuba, a las provincias de Sancti Spíritus y Villa Clara y en particular a comunidades y asentamientos de los municipios de Manicaragua y Trinidad, varios de ellos ubicados en el Valle de los Ingenios.