Luego de más de 20 años sin uso, la recuperación de este camino da acceso a valiosas áreas forestales de la montaña, favorece la extracción de madera y el regreso de familias a zonas despobladas
San Ambrosio, Las Llanadas y El Mamón no desaparecieron del mapa montañoso de Trinidad, pero su vial se volvió un trillo y acceder a tan intrincados parajes era casi un imposible a no ser que se llegara a lomo de caballo, luego de que por más de 20 años el importante camino estuvo literalmente borrado de esa geografía serrana, ininterrumpida la extracción de madera y hasta la vida humana recortó la presencia en una de las zonas boscosas más importantes de la provincia espirituana con una extensión superior a las 10 000 hectáreas.
Incluido entre los reclamos viales más longevos del territorio en virtud de su utilidad —prevalece un puente inhabilitado—, el camino de más de 16 kilómetros fue sometido a una reparación por fuerzas de la Empresa de Construcción y Montaje del sector agrícola, inversión respaldada por el Grupo Agroforestal del Ministerio de la Agricultura con un alcance en valores cercanos a los 900 000 pesos y que entró en valor de uso a inicios del año.
Edelio Torres Hernández, director adjunto de la Empresa Agroforestal Sancti Spíritus, detalló que se restableció la comunicación terrestre desde Pitajones hasta las zonas de San Ambrosio, Las Llanadas y El Mamón, en pleno lomerío trinitario. “Esto ha sido como abrir una puerta de entrada al bosque ya que por más de dos décadas fue muy difícil el acceso a estas áreas para realizar la actividad silvícola de manejo y protección de recursos maderables destinados fundamentalmente a la protección del agua y el suelo”.
Recuperar el camino montañoso ha sido como redescubrir San Ambrosio y El Mamón en el siglo XXI, al punto de que en pocos meses se reanudó la extracción de madera para destinos priorizados y se gesta en la zona un programa de creación de fincas forestales que incluye la construcción de viviendas para asentar familias y fuerza laboral, la atención al bosque y fomentar las producciones agrícolas, cárnicas, avícolas, de café y miel.
“Rescatar el vial ha sido una bendición para la zona”, declaró Lilian Domínguez, jefa de la brigada de manejo Pitajones. “Un beneficio importante será incrementar los ingresos con la extracción de madera preciosa y rolliza que ya estamos aportando para diferentes usos porque sin un camino es imposible sacarla; fíjate si esto estuvo inaccesible que hasta para un caballo era un trillo malo, con tramos donde había que bajarse y seguir a pie”. (Tomado de Escambray).