Huevo con forma de bolo: ¿aporte al deporte o a la música?

DSC05088Por: José Rafael Gómez Reguera

19/diciembre/2010

La cría de aves de corral siempre depara agradables sorpresas. Además de contribuir a la alimentación familiar con la tan gustada carne de gallina y las mil y una formas de prepararla.

Los huevos proporcionados por estos animales devienen elemento nutritivo esencial en el ámbito hogareño y hasta en restaurantes de primer nivel.

Sin embargo, el patio de un vecino supo de una curiosidad inesperada cuando al revisar el nidal en busca de los tan apetecidos huevos criollos, esos que muchos buscan por su color característico y por estar siempre a la mano, hallaron un huevecillo curioso

Con la forma de un bolo de esos con los que habitualmente se juega desde chico o en las salas especializadas, o tal vez como ese instrumento musical hecho a partir del fruto del árbol conocido como güira, pues el huevecillo tiene en la parte superior un doblez casi imperceptible.

La curiosidad hizo que contactáramos con la veterinaria trinitaria, doctora García, con quien ya habíamos realizado otros trabajos sobre el ámbito vacuno, quien dijo que, efectivamente, ese huevo minúsculo es una curiosidad pero no una excepción.

Según sus consideraciones, al final de cada período productivo, cada gallina podría poner un huevo más pequeño, incluso minúsculo, con respecto a los demás, de variadas formas, unos ovalados, otros totalmente redondos… y otros bien curiosos, tras lo cual ella se tomaría un reposo y después volvería a sus ciclos normales.

Desde luego, el tamaño de los huevos criollos generalmente es más pequeño que los de las aves criadas en granjas especializadas. Las primeras se alimentan de lo que le proporcionan las familias, a ritmos inestables; pero en casa generalmente no se toman en consideración los nutrientes que demanda un ave para poner un huevo.

En cambio, en las granjas de gallinas ponedoras, se tiene estricto control de la alimentación animal, se trata de que a ellas no les falte el pienso bien balanceado, y después… a recoger el fruto que luego llega al comercio.

Sin embargo, este huevecillo con forma de bolo o de güiro, sigue ahí, en las fotos de nuestra colega Mairette Alfaro Lorente, haciendo historia, y demostrando que también las gallinas… pueden contribuir al deporte, o a la música, aunque sólo sea en su imaginación… y en la nuestra.