El señor de los aguacates

Germán Pomares muestra orgulloso su ejemplar. Foto: Ana Martha Panadés Rodríguez / Radio Trinidad.
Germán Pomares muestra orgulloso su ejemplar. Foto: Ana Martha Panadés Rodríguez / Radio Trinidad.

El aguacate del trinitario Germán Pomares tiene cinco libras y ocho onzas

El aguacate del trinitario Germán Pomares parece no tener rival entre los más pesados ejemplares cultivados en Cuba. Con sus cinco libras y ocho onzas hasta pudiera destrozar la marca Guinnes, impuesta por el del venezolano Gabriel Ramírez (cinco libras, siete onzas).

«Yo sabía que mi fruto podía competir con esos», cuenta orgulloso Germán. Por eso me entusiasmé mucho cuando lo vi crecer en la planta. Creo que ahora no hay rival como este ni en Cuba ni en el mundo».

El dueño, vecino de la calle Jesús Menéndez número 10, entre Camilo Cienfuegos y Lino Pérez, asegura que la planta tiene más de 70 años y acostumbra a dar hijos «tan pesados»: «Recuerdo que cuando era pequeño se recogió uno de 8 libras, solo que no se guardaron evidencias de aquel suceso».

Los enormes aguacates son de masa blanda, grasosa y semilla pequeña, y por lo general se cosechan casi maduros. «Este ejemplar servirá para una cena familiar y hasta para compartir con algunos vecinos», comenta el productor.

El secreto de tanta vitalidad no lo sabe nadie, aunque Germán asegura que le prodiga muchos cuidados a la generosa planta, que con este «aguacatón» puede romper el récord Guinnes y dejar abierto el reto a productores camagüeyanos, dueños de la anterior supremacía con un ejemplar de cinco libras y cuatro onzas.

En este hogar trinitario, Germán y su familia disfrutan de las bondades de la planta, originaria de México y Perú e introducida por los españoles. Su fruto, muy atractivo y energético, es casi una mantequilla vegetal, rico en vitamina E y a la que se le asigna un papel activo en retrasar los procesos de envejecimiento.