Antiguamente comenzaban las fiestas trinitarias eligiendo las reinas que debían presidir los actos. Cada barrio tenía su reinado y lo representaban situados en suntuosos tronos durante los espectáculos.
Las diversiones eran variadas, no se descartaban los juegos de caballerías, corridas de toros, de alcancías para que se hicieran unas bolas gruesas de barro, del tamaño de una naranja, una vez secas se llenaban de cenizas o de flores y con ellas combatían lo jinetes tirándoselas unos a los otros, defendiéndose con las adargas, donde esperaban los golpes para quebrantar las bolas.
La población de color se disfrazaba, y alegraban las calles con sus ocurrencias.
Por la tarde comenzaban los desfiles, los quitrines de los reinados eran los primeros de la marcha seguidos de las carrozas, tiradas por bueyes y engalanadas con asuntos clásicos, representados por traviesas jóvenes que lanzaban confites y flores a su paso. Cerraban el paso nutrida cabalgata y la multitud bullanguera.
Luego en la noche se celebraba en las casas con un baile y terminado este en la madrugada, los jóvenes salían a cantar junto a las ventanas de las muchachas, aquellas tan típicas serenatas.
Los carnavales trinitarios
Las fiestas carnavalescas tienen lugar entre el 24 y 29 de junio, según el fin de semana correspondiente. Se caracterizan por el desfile de comparsas y carrozas, las carreras de caballos, que recorren las calles empedradas de la ciudad, engalanados con cintas y otros adornos de gran colorido, mientras grupos de música amenizan los bailes populares.
La Semana de Cultura Trinitaria
La jornada de la cultura que se venía celebrando durante años en el mes de noviembre, se efectúa actualmente en la segunda semana de enero, en conmemoración de la fundación de la ciudad, y ha pasado a ser oficialmente Semana de Cultura Trinitaria.
Ya se ha convertido en tradición dar inicio a esas festividades con la inauguración de una institución cultural o la conclusión de una obra que contribuya al plan de conservación y restauración del Centro Histórico.
Durante la Semana de Cultura la comunidad da a conocer el resultado de la labor desarrollada en el campo cultural de todo un año, no solo en el rescate de sus ricas tradiciones, sino en todos los aspectos de la actividad artística e intelectual.
La Casa de cultura, la biblioteca “Gustavo Izquierdo”, La Casa de la Trova y los museos, se convierten en escenarios de conciertos, recitales, exposiciones, conferencias y encuentros científicos y literarios.
En todos estos días actúan para el pueblo, en tarimas levantadas al afecto, solistas y agrupaciones turísticas de Trinidad y el resto del país, para convertir la ciudad en una gran feria de la cultura local.