Casa de la Música de la EGREM

Casa-de-la-Musica-de-la-EGREM-de-Trinidad-en-el-Centro-Historico-de-la-villaJustamente entre la parroquia Mayor de la Santísima de Trinidad y la Casa de los Conspiradores conocida por su típico balcón andaluz, se encuentra la Casa de la Música de Trinidad, un establecimiento perteneciente a la EGREM, Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales creada precisamente para ocuparse de regentear todas las actividades de esa institución en el centro de la isla.

Ocupa una amplia casona de estilo colonial cubano, bella por sí misma, que fue inicialmente construida en el año 1700, y sufrió después ampliaciones y modificaciones hasta que la adquirió Guillermo Fisher, ingeniero trinitario de indudable familia de origen alemán, que ocupó distintos cargos públicos relacionados con su profesión, y que a través de la historia trinitaria también se recuerda, porque poseyó los naranjales más famosos y productivos de la ciudad.

En el año 1995 comenzó la EGREM la reparación total de la vivienda, se remozó y adaptó para que funcionara en 1996 como sede de la Casa de la Música.Casa-de-la-Musica-de-la-EGREM-de-Trinidad-en-el-Centro-Historico-de-la-villa-al-atardecer

En su larga y amplia escalinata, situada a la entrada de la casona se encuentra su acogedor bar, y los visitantes pueden presenciar desde allí, el original espectáculo de la costa trinitaria: la inserción de la península del Ancón, toda la playa de María Aguilar, el Puerto de Casilda, la desembocadura del Guaurabo; famoso porque fue visitado por el descubridor Cristóbal Colón, el conquistador Diego Velázquez, el conquistador Hernán Cortés y el segundo descubridor de América, Alejandro Humboldt.

Sentado en esta misma escalinata, se domina también una buena vista panorámica de la ciudad, mientras se escucha música trinitaria, interpretada por buenos grupos soneros de la región.

Este lugar es la sede, desde hace mucho tiempo, del sexteto La Parranda de Perico Téllez, muy conocido por la interpretación de del son trinitario. No obstante, se podrá escuchar otros grupos musicales que interpretan el son y otros géneros de acuerdo con le gusto de los clientes. En el lugar no falta tampoco la música romántica cuando los tríos guitarrísticos ocupan su espacio.

En unos de sus salones, ya dentro de la casona, se puede presenciar la exposición permanente que se exhibe, sobre los grandes músicos trinitarios y otros artistas de la plástica, así como la tienda más completa que existe en la ciudad y en la provincia acerca de la música cubana.

En ella se puede adquirir todos los discos que produce la EGREM y jamás faltan los instrumentos necesarios para los formatos para las orquestas que hacen música popular.

En su amplio patio, de singular belleza, adornado con pérgolas y enredaderas frondosas, frutales y flores, existen salones tanto para escuchar música, como para celebrar bodas, cumpleaños, banquetes y otras actividades. Es muy común encontrarse una jovencita fotografiándose por sus 15 años o una novia registrando su inolvidable día de matrimonio.

En su restaurante, llamado La Parrillada , se pueden saborear lo más exquisitos platos criollos y como Casa de la Música al fin, siempre amenizado con singular y agradable música, muy apropiada para cada ocasión.

Por las noches funciona su inigualable anfiteatro donde se encuentra la mejor discoteca y el mejor salón de baile del centro del país. Allí se presentan excelentes grupos musicales y el baile dura hasta avanzada la madrugada. Recientemente el lugar fue sede del Son Más Largo del Mundo (2004) y de La Rumba Más Larga del Mundo (2008).

La música que se escucha cuenta con las actuaciones de los grupos Estrellas de Trinidad, un desprendimiento de la orquesta Estrellas del 48, que dirige Pedrito Palma y por Los Lamas, una excelente agrupación que interpreta como nadie el son y la música campesina. Su director es un extraordinario laudista y guitarrista trinitario.