Viajes de cruceros a Cuba, moda a las puertas

La llegada de cruceros es cada vez más frecuente en Casilda. Foto: Vicente Brito / Escambray.

El desarrollo de la industria recreativa en Cuba tiene sobre el tapete los viajes de cruceros, con cierta dependencia de la liberalización de las visitas de estadounidenses.

Por la posición geográfica de la isla, Cuba se encuentra en un eje de navegación no solo para estos grandes barcos, sino para veleros y otros transportes de náutica recreativa.

Algunas noticias, ya aproximan el reciente interés de grandes compañías del sector que pueden inclinarse en un futuro cercano hacia la moda de llegar en cruceros a Cuba.

Ello incluye incluso las propuestas de ferris para enlazar al sur del vecino del norte con La Habana, como ocurría en los años 50 del pasado siglo.

A propósito del deshielo de relaciones entre Estados Unidos y Cuba apareció recientemente el anuncio de que la compañía de cruceros Phantom, del grupo estadounidense Carnival, tendrá un primer viaje a este país el 1 de mayo próximo.

Se trata de un arribo con siete días con escalas en varios puertos insulares, proveniente de Miami y con regreso a ese mismo muelle.

La noticia se conoció en la feria Seatrade Cruise Global, de Fort Lauderdale, a unos 50 kilómetros de Miami, considerada la más importante del mundo en su sector.

En la Web de Phantom ya es posible hacer reservas para el crucero a Cuba, que tiene precios base desde mil 800 dólares por persona en camarote interior, hasta siete mil 320 dólares en una suite.

Todo parece indicar que el barco que vendrá será el Adonia 1 con capacidad para 704 pasajeros, iniciará el viaje inaugural de la línea el 1 de mayo y ese mismo día llegará a La Habana.

Los viajes de este tipo tienen una interesante historia que comenzó con el traslado de emigrantes hacia América y continuó con su aprovechamiento de manera recreativa. La industria de cruceros en Cuba tuvo su impulso más reciente a partir de los años 90 del pasado siglo, pues en 1994 inició el turismo como industria, de ahí la remodelación de su principal puerto para esta modalidad en La Habana con la entrada de diversas compañías.

Algunos de estos barcos que llegaron luego tuvieron que interrumpir sus operaciones debido a las presiones extraterritoriales de los Estados Unidos, como en el caso de naves italianas.

La directora de la Empresa Importadora del Transporte cubana, Ana María Piñón, declaró que las trabas económicas, financieras y comerciales de Washington afectan la llegada de buques mercantes, cruceros y por tanto turistas.

Esas medidas impactan en las principales líneas de cruceros del mundo: Carnival, Royal Caribbean, Star Cruises, Norwegian Cruise Line (NCL), MSC y Costa, que tienen capital estadounidense.

Además influyen contra navieras de terceros países como Barclay, CGA-CGM, Hapag Lloyds, por tener naves que tocan puertos del gigante norteño, y por tanto tampoco pueden contratar a los cubanos.

Por dichos conceptos, Cuba pierde alrededor de 10 millones 188 mil dólares al año, tal y como lo reflejó un informe oficial insular sobre el particular.

En la actualidad esta vía de transporte es considerada emergente, de acuerdo con cifras que pueden rondar los 16 millones de cruceristas, de los que unos cuatro millones son personas solas o parejas solteras.

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(Tomado de Prensa Latina)