Mundial de Rusia 2018: Alemania, el rey ha muerto

Los alemanes han firmado su peor actuación en copas del mundo de fútbol. Foto: Reuters

¡Fracaso! No hay otro adjetivo para describir la actuación de Alemania en la Copa del Mundo Rusia 2018, luego de caer este miércoles 0-2 ante una Corea del Sur que ajustó sus líneas de juego para evitar una estampida alemana nada más comenzar el compromiso

Por: Yosel E. Martínez Castellanos

¡Fracaso! No hay otro adjetivo para describir la actuación de Alemania en la Copa del Mundo Rusia 2018, luego de caer este miércoles 0-2 ante una Corea del Sur que ajustó sus líneas de juego para evitar una estampida alemana nada más comenzar el compromiso.

La grande Alemania ha muerto, como nunca antes lo experimentó en un mundial bajo este formato. Los teutones no se marchaban tan rápido de este evento desde la edición de Francia 1938, cuando Suiza los eliminó de la competencia en un segundo partido de desempate. En tierras galas se adoptó un sistema de eliminación directa, sin fase de grupos.

La salida alemana certifica una nueva maldición: la eliminación en primera ronda del vigente campeón por tercera vez de forma consecutiva. Italia y España, titulares del mundo en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, respectivamente, fueron sacadas de esos torneos cuatro años después de haber conquistado toda la gloria. Hoy, Alemania les acompaña en ese calvario.

A los discípulos del técnico Joachim Löw les bastaba con ganar frente a los asiáticos para certificar el avance a octavos de final y no fueron capaces de abrir la portería de Jo Hyun-woo, quien fue pieza clave en el éxito de su país, al atajar varios disparos peligrosos de los europeos.

Por intención Alemania no perdió, pero en el deporte hay que sacar los resultados positivos, cueste lo que cueste, y eso no lo hizo la selección titular del mundo en Brasil 2014. Su mentalidad ganadora y la vocación ofensiva que despliegan en el juego no estuvieron a la altura del legado estampado por anteriores elencos teutones.

La «Mannshaft» se vio atascada en este mundial de Rusia, pasando innumerables trabajos para marcar goles. Contra los sudcoreanos fue más de lo mismo que en sus dos presentaciones anteriores. Llegadas por la banda derecha y control de la pelota, pero el pase al hombre desmarcado, el disparo exacto y el dominio en el juego aéreo nunca existieron.

En el descuento Corea del Sur mató al gigante de las cuatro estrellas doradas. Kim Young-Gwon (90+2′) se benefició del VAR al anotar en fuera de juego. En un principio la acción se anuló, pero el árbitro estadounidense Mark Geiger acudió al video para verificar la jugada y comprobó que el asiático recibió el balón de un rival y no de un compañero. Toni Kroos, el héroe de días atrás para Alemania, involuntariamente se vestía de villano.

Tras el mazazo los alemanes se fueron en busca de la épica, con arquero y todos los demás jugadores. En medio del manojo de nervios los europeos perdieron el balón y Son Heung-min, al 96′ reforzó la nueva tragedia germana, al rematar con la puerta totalmente vacía.

CON LA FUERZA DE LOS VIKINGOS

La caída de Alemania se consumó, además, porque Suecia goleó 3-0 a un México venido a menos durante los 90 minutos del partido protagonizado entre ellos y que se desarrolló en la urbe de Ekaterimburgo.

Con mucho orden y fiel a su estilo de pelear cada balón y correr detrás de él cuando no lo tienen, los suecos se plantaron sobre el césped con carácter y determinación, sin importar lo que sucedería entre coreanos y alemanes.

A México se le quedó su buen fútbol en el vestuario o en el hotel de concentración, poco importa dónde fue, porque los suecos dominaron el pulso de la mayoría de las acciones en el centro del campo. Cuando los vikingos llegaban al área de los aztecas, estos últimos sufrían.

Los goles de Ludwig Augustinsson (50′) y Andreas Granqvist (62′) fueron suficientes para ir hacia los octavos de final. El autogol del mexicano Edson Álvarez al 74′ fue el punto final para un equipo que se diluyó sobre la cancha en la segunda mitad y solo le quedó rezar porque los alemanes no se acordaran de su casta ganadora.

BRASIL NO SE DEJA INTIMIDAR

A Brasil le preocupó la eliminación de Alemania, ya que el camino de los teutones podía ser el mismo para los del gigante sudamericano, si no enrumbaba su match ante Serbia. Y la pasó, por momentos, bastante mal Brasil.

La victoria 2-0 de la «canarinha» ante los balcánicos, no se tradujo en un juego redondo para el pentacampeón del mundo. El gol de Paulinho (36′) llegó porque los serbios necesitaban ir por la victoria y Brasil, como un viejo lobo, esperó a que las líneas de su rival se abrieran para propinar el fulminante latigazo.

En los primeros instantes de la segunda mitad se cambiaron los papeles, era Serbia quien atacaba, mientras Brasil se escondía en defensa. Los aficionados al estadio Spartak, en Moscú, rugieron para arengar a sus equipos ante semejante cuadro que se estaba presenciando.

Brasil, no por gusto es Brasil, y puso orden en medio de la euforia. Supo su técnico «Tite» acertar con la entrada de Fernandinho por Paulinho para oxigenar la zona medular y cortar las embestidas serbias. El susto de a poco fue pasando, Neymar mostró su calidad a medio gas y de un tiro de esquina botado por él llegó Thiago Silva para cabecear el tanto definitivo en el minuto 68. Ahora Brasil tendrá en octavos a México, un rival que se le hace duro de vencer en cuanto evento se han medido.

SUIZA A GUSTO

Un empate a veces deja mal sabor de boca para los dos equipos. Sin embargo, la paridad 2-2 entre Suiza y Costa Rica evidencia la competitividad con la que estos dos planteles saltaron a la cancha, por lo que se marcharon contentos de la misma.

Los ticos, sin nada que perder tras su eliminación previa del Mundial fueron por los tres puntos e hicieron cambios en su once titular. Merecieron mejor suerte en los primeros minutos, pero el gol se les negó, entre el arquero Yann Sommer y el travesaño. Nada, que el gol no quiso llegar.

A los suizos el empate les era factible, pero con los jugadores que tienen de media cancha hacia delante era necesario que mostraran su calidad. Los dos goles helvéticos llegaron en jugadas colectivas, fabricadas desde la banda derecha. Blerim Dzemaili (31′) y Josip Drmi (88′) ponen de relieve que este equipo tiene recursos  más allá de su estrella Xherdan Shaqiri.

Si en la primera mitad los ticos se fueron sin goles, en la segunda los alcanzaron viniendo dos veces desde atrás en la pizarra. Kendall Waston (56′) puso el cabezazo potente, mientras en el minuto 93′ el portero Sommer de carambola firmó el gol en su propia meta tras el penal errado por Bryan Ruiz. El cancerbero se lanzó bien ante el tiro penal del capitán tico, pero la pelota golpeó el travesaño y le pegó en la cabeza al suizo. Nada, que el gol estaba para sonreírle a Costa Rica. Suiza y Suecia, el duelo de las «S», será un partido muy interesante en la próxima fase.

(Tomado de Granma digital)