Por: Juan Carlos Naranjo.
En la sucursal del Banco de Crédito y Comercio (BANDEC), de Trinidad, avanza la apertura de cuentas corrientes, servicio que ha crecido en demanda en el municipio, toda vez que estas son válidas para el quehacer de Trabajadores por Cuenta Propia (TCP) de convertirse en cuentas fiscales, de acuerdo a las nuevas disposiciones que exigen la existencia de estas últimas.
Roisnel Palacio Soto, director de esa entidad bancaria, dijo que se aperturan entre 5 y 6 cuentas diariamente, aunque estas cifras resultan ínfimas, toda vez que se hace notar el despegue del sector no estatal en este territorio del centro sur de Cuba.
Solo un especialista se encarga de viabilizar este proceso que demanda de mucho tiempo, sobre todo por los disímiles documentos a presentar por el titular de cada negocio, de ahí su lentitud.
Agregó el directivo que entre esos documentos están las fotocopias del carné de identidad, el que acredita a cada TCP, y el que otorga la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT), donde se indican los datos de su contribución.
Se exige asimismo un certificado de su inscripción en el Registro de Contribuyentes, y otro de no adeudo fiscal, que otorgan la propia ONAT. Se añade la fotocopia del último comprobante de pago en el quehacer como TCP, y el vector fiscal.
Están obligados a la apertura de cuentas bancarias fiscales los titulares de arrendamientos de espacios o viviendas, los de restaurantes, cafeterías como punto fijo o de venta de alimentos ligeros, constructores de inmuebles y en un futuro transportistas, pues esta modalidad está a prueba solo en La Habana, capital del país.
El director de la sucursal trinitaria de BANDEC expresó que, en aras de agilizar la apertura de cuentas corrientes, ellos tienen, entre sus propósitos inmediatos, reformar los procedimientos vigentes con la disminución de los pasos a realizar.
En Trinidad se complejiza mucho más por la insuficiente capacidad de las sucursales bancarias y el alto número de trabajadores del sector no estatal, problemática que se repite en otros destinos turísticos como Villa Clara; Cárdenas, en Matanzas; Baracoa en la provincia de Guantánamo y Santiago de Cuba, aunque en el Banco Popular de Ahorro (BPA) también se ejecuta este trámite.