Mujeres deportistas: preciado tesoro

Foto: Radio Sancti Spíritus.

Por Joaquín Gómez Serra

Nuestro Apóstol José Martí dijo que “Los hombres deben hablar en verso a las mujeres, de rodillas y con un ramo de flores en la mano”. Sabias palabras las del Héroe Nacional, y que se traspolan también al deporte, ya que muchos de los triunfos del músculo en la tierra del Yayabo tienen un sello especial: han sido logrado por mujeres.

Antes de la alborada de la Revolución Cubana los triunfos deportivos del mal llamado sexo débil eran poco menos que desconocidos, pero el auge e impulso suscitados durante estas seis décadas ya le permiten realizar importantes aportaciones al medallero nacional en trascendentales citas foráneas.

En este 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, la actividad física en Sancti Spíritus y en toda Cuba es todo un derecho de la mujer. En estos lustros de Revolución cientos son las chicas y madres cuyas actuaciones quedan fijas en la memoria. Nadie olvida a mujeres de la talla de las precursoras del deporte de la gimnasia espirituana, la indiscutible campeona Leyanet González, o a la gacela silvestre de las pistas, la jatiboniquense Aurelia YeyaPenton.

En tanto, la pelota y el voleibol en Trinidad, fueron hijos de dos señoras de la talla de Nelly García Adlington, madre del mártir José Mendoza García, y Ángela Soto del Valle, a la postre promotora de la cultura física en la playa La Boca.

A ellas les siguieron otras mujeres que enfrentaron la práctica del deporte de los superreflejos como Zoila Jiménez, Carmen Mora y las hermanas Aurora y Aracelis Tabares, pioneras de esta disciplina y que marcaron la huella imperecedera para las futuras generaciones de deportistas.

El recuento tiene otros rostros en esta tierra del centro de Cuba. Impensable hacer el recuento sin incluir a figuras como Ana Ibis Fernández, nacida en Condado, un pueblo del Plan Turquino trinitario, y que puede vanagloriarse de ser una de las Morenas del Caribe, selección con la que se tituló como campeona mundial de voleibol en Leningrado 1978.

Con la complicidad de los implementos deportivos y la magia del amor, Mabel Denis Quintero ganó hace tiempo aquel desafío del destino cuando la poliomielitis tronchó sus retozos infantiles con apenas un año de nacida y la envió a una silla de ruedas, impedimento que no ha sido óbice en su vida y en su carrera deportiva donde conquistó decenas de medallas en el atletismo de las Paralimpiadas Nacionales.

La preponderancia de las mujeres no sólo se produce en el deporte activo, pues muchas de ellas, después de dejar marcas indelebles en su trayectoria competitiva, como Lency Montelier, titular panamericana de los 400 metros con valla, entrega hoy sus mejores fuerzas a la labor de formación de nuevos deportistas de atletismo en la Villa Patrimonio de la Humanidad.

Varias disciplinas tienen colectivos mayoritariamente formados por mujeres, como el caso del tiro deportivo, modalidad que presenta a una madre y atleta ejemplar como Eglys Cruz Farfán, medallista de bronce olímpica, así como a Lisbet Hernández.

Muchos son los nombres de mujeres deportistas que han puesto o ponen bien en alto el nombre de Sancti Spíritus en el ámbito nacional o en lides internacionales. En esta hora de recuento podemos hablar de mujeres que a través de bolos y pines han hecho historia, liderada por la entrenadora Sonia Cruz Duarte, las jimaguas Asneida y Asneidis Madrigal, y Zulaina López, una joven que nos dijo adiós casi cuando comenzaba a convertirse de niña en mujer.

Por todas estas razones, las mujeres espirituanas tienen historia, medallas y sueños que la enaltecen y la convierten en paradigmas y referencia imprescindible a la hora de hablar y escribir la historia de estas seis primeras décadas del deporte revolucionario. Gracias a ustedes mujeres deportistas, que hacen hoy que el deporte sea realidad, futuro y nuestra razón de ser.