Por: José Rafael Gómez Reguera
Un raro e interesante fenómeno fue perfectamente visible en Trinidad de Cuba. Al centro del cielo, bien visible, el Sol. En derredor, amplia masa nubosa. Su nombre: Halo Solar.
Los curiosos no faltaron. Las suposiciones estuvieron al día, pues el fenómeno acaeció este viernes durante varias horas. Y claro, hay explicación científica al respecto.
Yaily Hernández Porto, corresponsal del diario Juventud Rebelde en Camagüey, se hizo eco de la publicación original, y accedió a compartir ideas vinculadas con un material suyo, publicado originalmente en ese medio.
Su diálogo con Roger Rivero Vega, investigador del Centro Meteorológico Provincial de Camagüey y especialista en Cambio climático y sus impactos, aclaró que “el fenómeno que acontecía alrededor de la mayor de la estrellas se nombra Halo solar.”
El también vicepresidente de la Sociedad Internacional de Meteorología Agrícola explicó que para que este suceso ocurra tiene que presentarse en la atmósfera un conjunto amplio y diverso de fenómenos ópticos relacionados con la interacción de la luz del sol caracterizada por partículas suspendidas en el aire.
«Esto es un halo solar —confirmó— y se origina cuando la luz que viene del sol se refleja en pequeños cristalitos de hielo que forman parte de nubes muy altas, llamadas cirros».
Aseveró el meteorólogo que al incidir esa luz en los cristalitos de hielo, y bajo determinadas condiciones muy específicas por quien observa al sol: ángulo, posición, perspectiva, enfoque; se conforma ante la vista del curioso el halo luminoso alrededor del astro Rey, y entre este y la perfecta circunferencia de colores, se muestra una considerable opacidad.
Insistió el experto que la opacidad es determinada porque la luz proveniente del sol está redirigida en forma de halo, gracias a los cristalitos suspendidos en la atmósfera, a causa de su diminuta masa.
Indicó que el fenómeno atmosférico, aunque se asemeja al del arcoíris, es, al mismo tiempo, diferente, porque el del arcoíris se establece a través de gotas de lluvias y no por cristales de hielo suspendidos en la atmósfera.
Los pequeños e irregulares cristalitos de hielos son tan diminutos que, al flotar, no pueden caer en forma de lluvia; durante ese proceso de suspensión reflejan la luz en distintas direcciones y de una manera muy atractiva, puntualizó Rivero Vega.
Agregó que no tiene que verse en todas partes ni al mismo tiempo, pues esto es un fenómeno que depende esencialmente de las condiciones atmosféricas adecuadas para su ocurrencia y visualidad.”
Trabajo original: Halo Solar para curiosos