Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
En un ambiente muy íntimo, con un sugerente diseño, en la Tercera Villa de Cuba le ha nacido al restaurante Trinidad Colonial, una pequeña Casa del Vino, expresión de la renovación constante de servicios que distingue al Grupo Extrahotelero Palmares de esta ciudad, declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad y que trabaja en pos de ser declarada Ciudad Gastronómica del Mundo.
Lo que antes fue un almacén para la venta mayorista de esta bebida al sector no estatal que opera en la ciudad, es hoy una pequeña cava, donde se puede degustar una copa y disfrutar de otras propuestas, además de la venta en grandes cantidades del producto rumbo a los numerosos restaurantes (paladares) que aquí proliferan.
La administradora del restaurante, Nurisleidys Ortega García, cuenta que gracias a la idea se le dio un nuevo valor de uso a este espacio, además de recuperar la parte trasera de la instalación con un mínimo de recursos y mucha creatividad.
Según expresó, ellos trataron de darle un poco más de fuerza en la región a la cultura del vino, que crece notablemente en Trinidad. Desde enero hasta la fecha han crecido las ventas por este concepto, y esa es la idea de la pequeña Casa del Vino dentro de ese restaurante que es el más antiguo de la ciudad.
De esa forma, tal cava deviene el tercer espacio del lugar, contando el propio restaurante, el room bar y en el patio ese lugar para el vino, donde también se expenden cocteles pero a base de vino, y posibilita enriquecer la cultura vinícola de las personas, incluyendo rituales con habanos y la venta de tapas.
El restaurante Trinidad Colonial, ubicado en la calle Maceo (antigua Gutiérrez), es uno de los sitios más elegantes administrados por el Grupo Extrahotelero Palmares, con nuevas propuestas en sus servicios de restauración, a partir de la renovación de platos y un enriquecedor vínculo con los restaurantes privados (paladares) de la Ciudad Museo del Caribe.