Visitó Presidente cubano sexta edición de la Feria de Negocios

Foto: Yudy Castro Morales

Díaz-Canel visitó este lunes la sexta edición de la Feria de Negocios, participó en la reinauguración de la escuela primaria Alfredo Miguel Aguayo y recorrió la residencia para profesores La Asunción, ambos centros del municipio de Diez de Octubre, devastados por el tornado que azotó a la capital en enero último

Por: Yudy Castro Morales

«Esta es una feria necesaria y oportuna. Aquí uno ve reflejadas las potencialidades que tenemos para una producción nacional de calidad, que puede ser competitiva, capaz de sustituir importaciones, que se encadena con varios sectores y que puede convertirse en una fuente inestimable de productos para la exportación y, por tanto, de ingresos en divisas».

Esa fue la valoración del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, luego de visitar, este lunes, la sexta edición de la Feria de Negocios, que se extenderá hasta el 31 de mayo en Expocuba y en la que participan más de 440 actores del escenario económico cubano, entre empresas, organismos, cooperativas no agropecuarias y trabajadores por cuenta propia.

Este evento, al decir de Díaz-Canel, «favorece los nuevos emprendimientos en la industria y, a partir de ahí, permite superar la obsolescencia», porque, a pesar de esas circunstancias, «podemos ofertar productos y servicios de calidad».

La Feria también evidencia, dijo, lo poco que se conocen las empresas cubanas. «Aquí hay muestras de muchos productos de determinadas entidades que otras los están importando. Si nos conociéramos mejor, podríamos apoyarnos más los unos a los otros. Hay que romper definitivamente la mentalidad importadora que tenemos, a veces por comodidad a la hora de gestionar, o por desconocimiento».

Y eso, insistió, lo tenemos que resolver desde la planificación. «Desde el plan tenemos que saber qué van a necesitar las empresas y entidades cubanas para desarrollarse el próximo año y qué cosas puede hacer la industria nacional. Hay que priorizar todo lo que podamos hacer aquí y dejar los recursos que tenemos para importar aquello que no podamos fabricar con eficiencia y competitividad.

«Lo visto es estimulante y tenemos que acompañarlo con una gestión de gobierno y planificación que favorezca el desarrollo», subrayó el mandatario cubano, tras recorrer los pabellones del Ministerio de Industria y la Unión de Industria Militar.

En el primero, conoció sobre las producciones de la industria sideromecánica que pueden sustituir compras en el exterior, con destino a los programas agroalimentario, de la construcción, el transporte y otros sectores priorizados.

Para ilustrar las ventajas que suponen los productos de factura nacional, Gertrudis Bárbara Hernández, directora Comercial del Grupo Empresarial de la Sideromecánica (GESIME), señaló apenas un ejemplo: el precio internacional de un portaparles es de 17 000 dólares, mientras que la industria cubana lo puede ofertar en 7 000.

Teniendo en cuenta estas potencialidades, Gesime ya ha identificado, de cara al 2020, unos 49 productos que demandan otros sectores de la economía, que de hacerlos en plaza pueden sustituir importaciones y reportar ahorros considerables al país.

Al recorrer los stands de la industria ligera, Díaz-Canel indagó sobre las capacidades para llevar adelante líneas de productos, sobre todo en la rama textil, con diseños atractivos que respondan a las demandas de los jóvenes. Además, reiteró la necesidad de encadenarse con el Turismo.

«Que las empresas se conozcan entre sí, aprovechar al máximo las capacidades internas, buscar soluciones nacionales para disminuir el componente importado y así evitar el endeudamiento, esas son prioridades de la economía y la Feria de Negocios puede ayudar a concretarlas», significó Alejandro Gil Fernández, titular de Economía y Planificación, al tiempo que enfatizó en el impacto positivo de la cita para el diseño más eficiente del plan 2020.

Este lunes fue reinaugurada la escuela primaria Alfredo Miguel Aguayo, del municipio de Diez de Octubre. Foto: Estudios Revolución

Reinagurar una escuela o seguir sembrando amor

Con la certeza de que cada obra hecha o reparada, luego del paso del devastador tornado que azotó a la capital en enero último, tiene que ser mejor a la anterior, este lunes fue reinaugurada la escuela primaria Alfredo Miguel Aguayo, del municipio de Diez de Octubre, uno de los más afectados por el evento climatológico.

Y a la reapertura de ese centro docente, con una matrícula superior a los 580 estudiantes, asistió Miguel Díaz-Canel, reflejo del valor que le concede el país a la enseñanza de sus pequeños. Lo acompañaron Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana; Reinaldo García Zapata, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular en la capital, y Ena Elsa Velázquez, ministra de Educación.

Pero antes del acto, antes de asegurar que «lo hecho se debe al esfuerzo de todos los que han participado, al apoyo de los familiares, los vecinos, a la comprensión de los padres; antes de elogiar la labor abnegada del Partido y el Gobierno en la capital y en el municipio; antes de afirmar que «ahora están todas las condiciones para llevar adelante un proyecto educativo totalmente profundo, enaltecedor, de calidad y que redunde en una mejor educación»; antes de todo eso, Díaz-Canel intercambió con los niños.

«¿Les gusta la escuela?» –les preguntó–. «Ahora tienen que cuidarla…». Y hubo sonrisas todo el tiempo.

Con esta obra, destacó después el Presidente, «demostramos una vez más que la Revolución no deja a nadie de-samparado y que seguirá defendiendo la educación, la salud y sus conquistas, independientemente de las amenazas y mentiras sobre nuestra realidad. Y todo eso es posible porque contamos con el ejemplo de Raúl, de Fidel y, sobre todo, con la heroicidad de nuestro pueblo».

En la ceremonia fueron reconocidas 14 entidades, organismos y grupos empresariales que participaron en la recuperación del centro. De igual modo, Díaz-Canel hizo entrega de la Bandera Proeza Laboral a la escuela Alfredo Miguel Aguayo y a la residencia de profesores de Diez de Octubre, La Asunción, por el esfuerzo y la dedicación de maestros, familiares y estudiantes.

Al salir del centro docente, el pueblo, como ya se hace costumbre, lo esperaba en las aceras para saludarlo, para agradecerle, para plantearle un problema, para darle aché… como Isabel Fernández, una vecina que desde la entrada de su casa le dio gracias por la visita, por el acompañamiento.

A pocos metros, en medio de la cuadra, rodeado de gente agradecida, Díaz-Canel también dio gracias por la paciencia en medio de las condiciones difíciles, por el apoyo y por la confianza en la Revolución, ganada a lo largo de 60 años de echar rodilla en tierra por el pueblo.

En una residencia de profesores…

Como ya dijimos, entre los colectivos reconocidos con la Bandera Proeza Laboral estuvo la residencia de profesores de Diez de Octubre, La Asunción, que perdió el techo durante el azote del tornado y hoy se levanta totalmente remozada. Hasta allí también llegó el Presidente cubano.

Tiene una capacidad para 500 maestros aproximadamente, pero hoy cuenta con 308. Ellos son de casi todo el país y laboran en las escuelas del municipio.

Con la mano en el hombro de una de las maestras, santiaguera, que lleva más de diez años dando clases en La Habana, Díaz-Canel preguntó por las condiciones, por la calidad de la obra, por el trabajo en las aulas, por la disposición para seguir…

Recorrió la instalación, les deseó un buen cierre de curso, insistió en aprender de las experiencias del tornado y casi al despedirse, como en otras oportunidades del trayecto, se escuchó un ¡Viva Díaz-Canel!

¡Viva la Revolución!, agregó él. (Granma.cu)