Por: Joaquín Gómez Serra
A mi mente viene una conversación hace más de dos años, vía Facebook, con Manuel Astencio Arévalo, actualmente de misión en México. Pronto la lucha de Sancti Spíritus tendrá campeones mundiales, y escalará el podio de los Juegos Olímpicos. Petete, como se le conoce en el argot deportivo sabía por qué lo decía, por más de 10 años fue el comisionado provincial de las llaves y takles en nuestra provincia
OTRAS NOTICIAS DEL ÁMBITO DEPORTIVO
Autoridades del Partido y del Gobierno agasajan a peloteros trinitarios de Los Gallos Los Gallos a la batalla final por la clasificación La educación física irradió luz en Topes de Collantes Los Gallos por salvar la honrilla ante Matanzas Pelotera de Trinidad se destaca en nacional de béisbol femenino
El tiempo le dio la razón. Primero, el jatiboniquense Reineris Andrews se colgó a su pecho la primera medalla de oro de Cuba en el Campeonato Mundial sub 23, en Polonia 2017, tiempo después Cristian Damián Solenzal se lleva el título en el Panamericano, y ahora, el trinitario Yonger Bastida se alza como la presea de plata en el Campeonato Mundial Juvenil de Lucha, que tuvo como sede a Tallin, Estonia.
Un mes después de escribir su nombre en los anales del orbe de la categoría juvenil, Yonger Bastida Pomares repasa cada minuto del combate por el oro frente al iraní Abbas Ali Foroutanrami.
“Era la primera vez que competía con todos los rivales que enfrenté; me golpeó un poco el peso porque no llego a los 97 kilogramos, y todos mis rivales me superaban en cantidad de libras, muy importante a la hora de buscar desbalances sobre el colchón, pero nada, estoy contento con mi resultado”.
Bastida Pomares en la lucha libre derrotó a Haroon Abid (Pakistán), Akash Antil (India), Aslanbek Gazzaev (Rusia) y a Makhsud Veysalov, de Uzbekistán, pero cayó en la gran final por 0-10 ante el iraní Abbas Alí Foroutanrami, a la postre campeón del evento.
Con sólo un año en la selección nacional, su formación la tuvo en los colchones del estadio Rolando Rodríguez, en la Villa Patrimonio de la Humanidad, donde se forjó desde los seis años.
“Siempre me gustó y por eso me he dedicado a esta disciplina con mucho esfuerzo. Entré a la EIDE cuando estaba en quinto grado y allí tuve muy buenos entrenadores”.
Precisamente esos preparadores lo consideran un luchador muy técnico y también decidido sobre el colchón, razón que lo ha llevado a ganar varias medallas y títulos en todas las categorías y competencias.
El derecho al Mundial lo ganó cuando obtuvo oro en el Panamericano de este deporte efectuado en Guatemala, aunque en esa oportunidad peleó en los 92 kilogramos, certamen donde los rivales sólo le marcaron dos puntos.
Con una vida por delante, y a pocos días de cumplir 21 años, en este nuevo ciclo olímpico 2020-2024 debe ser el representante de Cuba en los 97 kilogramos de la selección nacional de la Mayor de las Antillas, por lo que tendrá que enfrentar en el país y en la arena internacional a luchadores de talla mundial.
“Eso te desarrolla mucho porque esos atletas te enseñan, te dan consejos, al igual que los entrenadores, que tienen mucho nivel. Ya estoy pensando en el próximo ciclo olímpico y sé que para eso tengo que seguir esforzándome todos los días, pero les aseguro que Reineris Andreus y yo trataremos de poner bien en alto el nombre de Sancti Spíritus y Cuba en los más alto del olimpo”, expresó finalmente el luchador trinitario Yonger Bastida Pomares.