Un montón de estrellas para Polo Montañez

Foto: Cuba.cu

Por: José Rafael Gómez Reguera

Polo Montañez nos acompaña como parte de ese montón de estrellas que él llevó al pentagrama musical de Cuba, y pese a que ya este 26 de noviembre hace 17 años desapareció físicamente en un absurdo accidente del tránsito, no nos acostumbramos a su ausencia y sus creaciones continúan inundando la radio y la televisión, de un extremo a otro de la Isla.

Su naturalidad criolla, frescura y risa contagiosa también inundaron predios trinitarios, en medio del apogeo de su bien ganada fama, de sus múltiples premios internacionales, entre ellos, el hecho de haber obtenido un Disco de Oro en Colombia, por más de veinte mil copias vendidas, y ser el tercer cubano en ganar un Disco de Platino con su primer CD, “Guajiro Natural”, por más de cuarenta mil copias vendidas, al que siguió otro no menos importante: “Guitarra mía”.

Trinidad le acogió con cariño al menos en dos oportunidades. Los escenarios se colmaron de un público ávido de conocerlo, de cantar junto a él, de disfrutar de un genuino intérprete que se entregaba de lleno a la música, vibraba con ella.

Polo era todo sencillez, y se vio agasajado por las principales autoridades del municipio y de la provincia espirituana, quizás pensó vivía un sueño hecho realidad, el de un aficionado a la guitarra, al canto, con sones, guarachas y piezas asociadas a la canción que fueron tarareadas gracias a sus numerosas actuaciones en suelo patrio y su presencia en los medios.

Con su grupo estuvo presto a actuar dondequiera que le invitaban, arrastrando multitudes, esas que todavía guardan sus creaciones hasta en antiguos cassettes, porque la buena música nunca muere, como él mismo sigue acompañándonos pues devino una estrella más del horizonte musical cubano.