
Por: José Rafael Gómez Reguera
El Proyecto sociocultural Siempre a Mano de Trinidad, liderado por la Maestra Mery Viciedo, no deja pasar oportunidad alguna para enseñar, exponer, hacer que esos conocimientos ancestrales pasen a las nuevas generaciones y no se pierdan; todo lo contrario, sobre la base de lo ya probado, florezca la iniciativa.


Cualquier época del año le es propicia a esta artesana para darse a los demás, sin vanagloriarse jamás de lo hecho personalmente y sí del rastro que ha sido capaz de ir dejando, evidenciado en muestras colectivas o personales de sus pupilos, sean escolares, amas de casa, trabajadores en activo… Solo hay que enamorarse de las telas y los hilos, las agujas y otros implementos para avanzar.

De las manos de niños, jóvenes y adultos de uno y otro sexo, he visto nacer las más sublimes creaciones, capaces de dejar boquiabiertos a cualquiera por piezas donde la sencillez es el signo distintivo de la elegancia, casi siempre con colores sobrios, esos que pueden irle bien a cualquiera.
No es una actividad exclusivamente femenina. Mery es capaz de hacer sentir útil a cualquier persona, porque lo que se necesita es una alta dosis de concentración en las diversas modalidades de tejidos, bordados, deshilados…

Siempre a Mano es, entonces, más que un proyecto, como suele nombrársele, una hermosa realidad que, desde las manos de los artesanos de Trinidad, salta a nuestras calles, en cuerpos de los pequeños, o de los mayores, como elemento distintivo de elegancia.
