Trinidad ante el Día Internacional del Turismo: el optimismo por delante

Centro Histórico de Trinidad. Foto: José Rafael Gómez Reguera.

Por: José Rafael Gómez Reguera

Un escenario inusual, inesperado, vive Trinidad cuando el mundo tiene ante sí el Día Internacional del Turismo: una fecha sin visitantes extranjeros, y poquísimos visitantes nacionales, en una ciudad cuya vida gira en torno a la industria del ocio y casi todos quieren visitar. Sin embargo, hay que ser realistas, enarbolar el optimismo como bandera y, en paralelo, asumir que proteger la vida de las personas es, ahora, lo primero, ante un peligroso enemigo, invisible y altamente letal: la COVID-19. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX)

Trinidad, quietud de cristal. Foto: Ana Martha Panadés.
Centro Histórico de Trinidad, prácticamente desierto en esta etapa . Foto: Ana Martha Panadés Rodríguez.

Calles desiertas, hoteles solo con personal imprescindible para el mantenimiento y la seguridad, restaurantes cerrados o con capacidades reducidas y siempre bajo estrictas medidas higiénico-sanitarias; eliminación de viajes por ómnibus… Estas y otras realidades vivimos en la Ciudad Museo del Caribe, mientras los aeropuertos siguen con controlados vuelos humanitarios o para llevar y traer personal de salud y medicamentos.

A pesar de que nadie se lo esperaba, y de que el turismo lo es casi todo en un territorio como el nuestro, muchos han buscado alternativas, reajustado sus gastos al mínimo, y aprovechado la etapa que impone este nuevo coronavirus para acciones constructivas que antes no pudieron ejecutar, o dar mantenimiento a instalaciones y equipos, siempre teniendo en cuenta su capacidad financiera, postergando ideas, la vista puesta en el futuro, aunque sin saber, a ciencia cierta, cuándo.

Centro Histórico de Trinidad, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Foto: José Rafael Gómez Reguera.

Es Trinidad una ciudad de ensueños, por sí misma, con su singular arquitectura, y por sus opciones de turismo de naturaleza, en un año en el que se quería dedicar la fecha al turismo rural; y sus oportunidades de sol y playa, las posibilidades marineras, el montañismo… Y a no dudarlo, nuestras calles volverán a llenarse de personas deseosas de sustraerse de sus realidades y relajarse junto a personas cariñosas, amables, cálidas.

No será como antes, porque los especialistas afirman que el SARS-CoV-2 puede permanecer entre nosotros por largo tiempo. Pero será. Y habrá que confiar en el potencial científico en la obtención de una vacuna que aleje miedos, en la responsabilidad personal y social, en el autocuidado… De una u otra forma, el turismo volverá a colorear nuestro entorno.