Luego del retorno del nuevo coronavirus a la provincia, la confirmación de 14 nuevos casos al cierre de este martes clasifica como la cifra más elevada en un día desde el 8 de septiembre CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX) (X)
Por: Dayamis Sotolongo
Parece una espiral y, verdaderamente, lo es. El rebrote de la COVID-19 en Sancti Spíritus anda cuesta arriba; tanto, que si ayer nos asombrábamos con la confirmación de nueve personas infectadas con el SARS-CoV-2 hoy pudiésemos alarmarnos con los 14 que resultaron positivos al cierre de este martes, la cifra más elevada desde el 8 de septiembre.
Los datos apuntan, al menos, a una dirección: la búsqueda de posibles contagios va in crescendo, directamente proporcional al aumento de los casos, como debe ser. Porque se intenta, ante la aparición de un caso positivo, contactar hasta el último eslabón de tan azarosa cadena.
Pudiese bastar para ejemplificarlo el foco abierto en el municipio de Sancti Spíritus, el cual encadena hoy a cientos y cientos de personas y con el que se relacionan 11 de los 14 pacientes que resultaron positivos al nuevo coronavirus en la última jornada.
Solo los tres confirmados de Venegas —que vinieron a diagnosticarse con la enfermedad luego de la realización del tercer examen de PCR— se asocian al evento de transmisión del hotel Village Costasur, uno de los sucesos de este tipo que permanecen abiertos en la provincia.
El resto —tres taxistas de Trinidad, una persona de Taguasco y seis residentes en Sancti Spíritus— se asocian a los casos confirmados de la Dirección Municipal de Salud del territorio cabecera y un residente en ese propio municipio se ha contagiado por el contacto con una trabajadora del Gobierno Municipal que en jornadas pasadas se le confirmó la enfermedad.
El aliento, si pudiésemos permitírnoslo en medio de tanta estadística empinada, radica en que todos los ciudadanos que se diagnostican con la COVID-19 hoy ya se hallaban aislados y, por ende, sus contactos estaban en igualdad de condiciones.
Y los protocolos se extreman al punto de que —como han esclarecido las autoridades de Salud—a los contactos intradomiciliarios de casos confirmados se les realiza el examen de PCR en tiempo real al primero y al quinto día del ingreso y, de resultar negativos, se internan en sus casas, donde se les vuelve a repetir la prueba al quinto día de su estancia en la vivienda.
Se busca, creo yo, estudiar hasta las posibilidades más remotas de contagio y tener la certeza de que nadie, por más asintomático que esté, pueda luego dispersar el virus entre los otros; aunque la mayoría de los diagnosticados en este rebrote aquí ya han presentado algún síntoma.
Pero los últimos días vienen a confirmar otras sospechas: estamos subiendo la misma colina que ya habíamos bajado. Hoy ya suman 66 los espirituanos infectados con la COVID-19 luego del rebrote del 8 de septiembre; mañana, posiblemente, puedan ser más. (Tomado de Escambray).