Por: José Rafael Gómez Reguera
En este Día Internacional de la Mujer Rural, compromiso y entrega resultan dos de las palabras que ellas asumen, como verbos cargados de fuerte contenido, para aportar en todos los órdenes de la vida, pero, sobre todo, en ese esfuerzo sin límites para incrementar la producción de alimentos. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX) (X)
La presencia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, un enemigo altamente letal y silencioso, ha trastocado la vida de este municipio, pero bajo ningún concepto la actividad vinculada a nuestros campos, incluso a aquellas zonas que en las periferias citadinas donde florecen las siembras y la cría de animales, como parte de la fuerza de las Cooperativas de Créditos y Servicios.
Son estas mujeres puntales decisivos de sus hogares, pero también fuerza dirigente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y de la agricultura urbana y suburbana, que tan buenos resultados ha tenido en Trinidad.
Son ellas Marianas de los nuevos tiempos, como en su momento fueron, y destacadísimas, por cierto, las integrantes de la brigada que llevó el nombre de la madre del Titán de Bronce, encargadas de impulsar la producción cafetalera.
Todas, sin importar los amaneceres lluviosos o calurosos, o los propios de las montañas donde el frescor es notable ya por estos tiempos, constituyen importante fuerza para impulsar cada tarea social o productiva, en la Salud, la Educación, los Servicios técnicos o los servicios comunales… en todas partes… Porque sin la mujer, nada podría conseguirse.