Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
Muchos son los rostros, en ocasiones anónimos, que día a día enfrentan a la COVID-19 en Trinidad; develarlos constituye un deber y también satisfacción para quienes intentamos a través del ejercicio periodístico testimoniar el heroísmo cotidiano que más allá de profesiones, salva vidas y sonrisas. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX) (X)
Con una cruz roja que identifica a una de las organizaciones más antiguas del mundo y de Cuba, los paramédicos salvavidas aseguran actividades vitales en el enfrentamiento a la pandemia, como los puntos de fronteras y en los propios centros de aislamiento donde permanecen los contactos de casos positivos al nuevo coronavirus.
Cristóbal Peña Peña, representante de la Cruz Roja en el municipio, elogió la disposición de sus compañeros, alrededor de 50, quienes apoyan además la recogida y traslado de las personas, y de la lencería hacia los centros de aislamiento, las pesquisas en la ciudad de Trinidad y el poblado de Casilda, así como el envío de las muestras para las pruebas PCR.
“Es un trabajo intenso –comenta Cristóbal Peña- no exento de riesgos, pero todos estamos conscientes de lo imprescindible de nuestra labor y la respuesta en todos mis compañeros ha sido positiva, pese al temor que se siente, como cualquier ser humano. La COVID-19 ha demostrado que juntos somos capaces de vencer los mayores desafíos”.
La disciplina, responsabilidad y preparación de este personal han garantizado la efectividad de las acciones para el control de la pandemia y durante los meses de lucha contra el virus SARS-CoV-2 no ha habido que lamentar contagios entre los hombres y mujeres que dibujan el rostro de la más humanitaria de las organizaciones.
