Por: Belkis Niebla López
Los Comités de Defensa de la Revolución, la mayor organización de masas del país sigue siendo una fuerza importante de Cuba y del pueblo puesto de manifiesto durante 60 años en que ha demostrado su fortaleza fruto de la Revolución acumulando experiencia para proseguir poseedora de una energía política inagotable.
Justo el 28 de septiembre de 1960 cuando el Comandante en Jefe Fidel Castro afirmaba: “Vamos a establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva. Están jugando con el pueblo, y no saben todavía quién es el pueblo… no saben todavía la tremenda fuerza revolucionaria que hay en el pueblo”; nacía además de ese núcleo eficaz para la vigilancia una organización que asumió otras tareas importantes para el país.
Entre esas tareas se encuentran las relacionadas con la salud, la educación, la recuperación de materias primas, el ahorro, la cultura política-ideológica, la lucha contra el delito, las drogas y otros males y la vigilancia revolucionaria, su objetivo fundacional y su más importante tarea, que ha sido factor decisivo en el aplastamiento de la actividad enemiga interna, y de los elementos antisociales.
También se incluyen en estas seis décadas las campañas de vacunación, las donaciones de sangre y la divulgación masiva de las medidas sanitarias; el ahorro y recuperación de materias primas; la prevención social; la limpieza y embellecimiento, entre otras muchas y todas han sido cumplidas a cabalidad porque como afirmara su creador Fidel: “Una de las cosas más nobles del trabajo de los CDR, es que cada año asumen nuevas tareas, y las viejas tareas se incrementan”.
El valor de los Comités de Defensa de la Revolución demostrado en estos 60 años de existencia constituye un estímulo para continuar renovándose día a día y asumir los retos que imponen los nuevos tiempos los cuales hay que encarar con espíritu de trabajo porque los CDR mantienen su vigencia y seguirán como protagonistas ante las circunstancias del momento histórico que vivimos fomentando la unidad de la familia revolucionaria cubana en el barrio como esencia de la organización.