Por: Rafael Novoa Pupo
Águedo Morales Reina, fue un joven revolucionario, integrante del Contingente Internacionalista de Maestros Augusto César Sandino, que perdió la vida en Nicaragua a manos de contrarrevolucionarios pagados por el Imperialismo yanqui.
Nació el 5 de febrero de 1953 en la finca “El Sambito”, Consolación del Sur; en el seno de una humilde y numerosa familia campesina. Al cumplir los 14 años se incorpora a las organizaciones revolucionarias y participa en las actividades convocadas por la ANAP y los CDR. Fue además un cederista destacado.
Por su condición de joven revolucionario y ejemplar, y su actitud ante las tareas de la Revolución, ingresa en la Unión de Jóvenes Comunistas en el año 1970. En la organización, desarrolló una labor meritoria en todos los frentes. Ocupó cargos de dirección y se destacó, en el trabajo con los niños, por lo que recibió el diploma de 5 años, como guía de pioneros.
En 1981, por sus magníficas condiciones como maestro y revolucionario, es seleccionado para ingresar en el Contingente Internacionalista de Maestros “Augusto César Sandino”, destinado a contribuir a la enseñanza en la República de Nicaragua.
Feliz y lleno de optimismo, parte a cumplir con el sagrado deber del internacionalismo proletario. La tarea implicaba sacrificio, pero era hermosa y necesaria.
Durante su corta estancia en el hermano pueblo nicaragüense, mantiene una actitud aguerrida ante cualquier tarea. Esto, unido a su sencillez, disciplina, carácter jovial y afectuoso, hacen de él un ejemplo a imitar, por lo que se gana el cariño y la admiración de todos sus compañeros.
El 4 de diciembre de 1981, a sólo tres meses de encontrarse en Nicaragua, viajaba en una camioneta en compañía de otros compañeros, y al cruzar una quebrada en la comarca de “Aguas Sarcas” a 12 Km al oeste de “Villa Sandino”, caen en una emboscada y son atacados por una banda de contrarrevolucionarios somocistas pagados por el Imperialismo yanqui.
Águedo se enfrentó valerosamente a los agresores y trató de arrebatarle el arma a uno de los bandidos, momento en que recibió tres balazos que le causaron la muerte.
Moría así el revolucionario, el maestro, el internacionalista. Como expresó su padre al conocer de los hechos, “Los asesinos de mi hijo no podrán matar su ejemplo”. Al morir Águedo Morales Reina, contaba sólo con 28 años y tenía dos hijos. (Con información de Radio Cadena Agramonte y Ecured).