Por: José Rafael Gómez Reguera
Inmerso en la llamada “Nueva normalidad” se encuentra todo el municipio de Trinidad, una vez evaluados los parámetros vinculados con el enfrentamiento al nuevo coronavirus causante de la COVID-19. Todo ello implica, sobre todo, compromiso y disciplina.
Luego de casi nueve meses de presencia del SARS-CoV-2 en Cuba, detectado inicialmente en turistas alojados en la Tercera Villa de Cuba, y posteriores eventos relacionados con el hotel Village Costasur, primero, y la Agencia Taxis Cuba, posteriormente, en Trinidad hemos estado en mejores condiciones de lidiar con un enemigo invisible, silencioso, altamente letal y difícil de controlar.
No quiere decir ello que estemos lejos de que aparezcan nuevos contagios. Provincias cubanas han estado sin casos positivos por más de 180 días y luego, por indisciplinas, descuidos, infracciones, el coronavirus ha reaparecido. Como suele suceder en tales casos, los rebrotes suelen ser masivos. Con solo revisar las informaciones vinculadas con los casos expuestos anteriormente, puede tenerse una idea de ello.
Nueva normalidad significa que todos debemos cuidarnos, en el orden personal y colectivo. Implica mantener la higiene de las manos, respetar la desinfección del calzado, no acudir al centro de trabajo o estudio si hay síntomas respiratorios y sí al médico; priorizar el distanciamiento físico, sinónimo de huir de las moloteras sin dejar de hacer colas, necesarias por demás… Y un largo etcétera.
Para quienes tenemos el deber de alertar, valga reiterar que Nueva normalidad no es sinónimo de cero coronavirus. Las actividades económicas y sociales van reanimándose paulatinamente, y si observamos los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias y el Consejo de Defensa Municipal, avanzaremos. De lo contrario, desde el presente estaremos poniendo en peligro el futuro a corto plazo.