Esta noche apertura del Teatro “La Caridad”

El Teatro La Caridad, un regalo a Trinidad en su aniversario 507 (Foto: Ana Martha Panadés)
El Teatro La Caridad, un regalo a Trinidad en su aniversario 507 (Foto: Ana Martha Panadés)

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez

Cuando en la noche de este sábado se descorran las cortinas, los aplausos no solo agradecerán el virtuosismo a los artistas invitados, también premiarán el empeño de tantas manos y corazones que hicieron realidad el anhelo de muchos trinitarios: la resurrección del Teatro La Caridad, que cura no pocas añoranzas y nos regala un espacio de lujo para apreciar lo más valioso de la cultura local y nacional.

En la memoria de quienes “borraron” casi 30 años de abandono quedarán los detalles de una larga restauración que devolvió al edificio sus valores arquitectónicos: la majestuosidad de la cubierta en sus dos primeras crujías, el rescate de sus motivos florales, los camerinos, en un derroche de profesionalidad y paciencia de la arquitecta Rosela Ayala, otros especialistas de la Oficina del Conservador de la Ciudad y el Valle de los Ingenios, artistas de la plástica,  obreros y trabajadores por cuenta propia.

Pero si la obra civil resultó un desafío por el respaldo de dinero que demandó y la magnitud de las labores, también lo fue la adquisición de la tecnología, el montaje del equipamiento y el diseño escenográfico, encargo que asumió el Ministerio de Cultura para concluir su ejecución en un año signado por la pandemia y sus estragos en todo el planeta.

A las brigadas de Tecno- Escena procedentes de la Habana debemos también agradecerle el renacimiento de nuestro teatro: luces (con dos seguidores), audio, alfombrado, montaje de cortinas, telones y lunetario aportan la imprescindible modernidad a la nueva sala, que dispone además de novedosos sistemas de alarma y contra incendios.

La gala inaugural de este sábado anuncia un programa maravilloso con el concierto del maestro José María Vitier y la soprano Bárbara Yhanez, con quienes compartirán escenario el músico trinitario Carlos Irarragorri y el Trío Son-riendo. Solo 200 invitados -la mitad de la capacidad del coliseo- nos recuerdan que aún estamos bajo la amenaza del nuevo coronavirus.

El renacer de “La Caridad” trasciende como una señal de esperanza para esta urbe donde otras obras serán inauguradas, aunque necesitamos trabajar unidos por resolver problemas e insatisfacciones. Antes de su apertura agradecemos su prestancia, lo que significará para la cultura nuestra y habrá que cuidarlo como preciada joya que le nace a la ciudad en su 507 cumpleaños.