Hasta siempre Cándido Andrade

Por: Joaquín Gómez Serra

 A Cándido Andrade lo recuerdo de mi etapa de la juventud en la que desafiaba al Astro Rey en el estadio Victoria de Girón. Allí cada tarde, desde la 1 pm nos dábamos cita los acérrimos seguidores de los Muñoz, Oliva, el Chopi Rodríguez, Toni Simón o Caña Ramos.

Fue, quizá, la etapa de lujo de Owen Blandino, el Gallo Mayor o el Gallo de Cabaiguán, como lo nombró el tintorero Cuti. Todos, guiados por el debutante manager Cándido Andrade, timonel que en los años 79 los llevó a ser, los primeros y únicos campeones del deporte de las bolas y los strikes en Sancti Spíritus.

Pero esta tarde de martes, llegó desde su terruño en Yaguajay la fatal noticia. El béisbol de Yaguajay y de Sancti Spíritus está de luto. Se fue el último de los mohicanos de la pelota yayabera.

Andrade fue el único yaguajayense que jugó beisbol en las ligas rentadas de Estados Unidos. Lanzador derecho, Gloria del Deporte Cubano.

En el libro Cándido Andrade López, un pelotero profesional de la Revolución, del yaguajayense Ramón Díaz Medina, se expresa: En Cándido… se advierte un acto de justicia hacia quien no es solo el hombre que tiene el privilegio de ser el único director que ha logrado ganar una Serie Nacional para Sancti Spíritus —la de 1979—, sino que sintetiza la vida de uno de los pocos peloteros de esta tierra que jugó el béisbol profesional y decidió quedarse en Cuba.

Presentado primero en su casa natal en Yaguajay, el texto narra momentos biográficos trascedentes de quien naciera hace 84 años en el poblado de Narcisa, marcó su paso como lanzador en las Ligas Menores en Cuba, Estados Unidos, Centroamérica y el Caribe y sintió en carne propia, según lo cuenta el protagonista, las marcas del racismo.

Relegado casi siempre al anonimato y desconocido para muchos, sobre todo las nuevas generaciones, Andrade se inmortaliza en letras. Por eso valió la pena la investigación de su autor. “El propio Cándido posee recortes de la prensa de Estados Unidos, en inglés que debimos traducir, también tuvimos su testimonio de primera mano y de peloteros que jugaron bajo su dirección.

El libro ahonda mucho en el hombre que simboliza a aquellos peloteros que jugaron sin condiciones, sin estadio, sin dormitorio, sin dinero y así mismo dejaban el alma en el terreno y él no se fue cuando otros lo hicieron en aquella época”.

Cándido Andrade nació en Narcisa, Yaguajay, antigua provincia Las Villas, hoy provincia de Sancti Spiritus, el 4 de septiembre de 1935. Hijo de Eufemio y María.

Desde pequeño tuvo que buscarse la vida, fue jornalero en el Central Narcisa de Yaguajay, lo mismo habría un hueco, que iba para la caña, o descargaba un camión cargado de leña. Al igual que sus hermanos comenzó el beisbol en las ligas de barrio siendo ya un joven. Por la potencia de su brazo fue captado al beisbol profesional, llegando a firmar con el Cincinnati.

Hijo de Eufemio y María. Desde pequeño tuvo que buscarse la vida, fue jornalero en el Central Narcisa de Yaguajay, lo mismo habría un hueco, que iba para la caña, o descargaba un camión cargado de leña.

Al igual que sus hermanos comenzó el beisbol en las ligas de barrio siendo ya un joven. Por la potencia de su brazo fue captado al beisbol profesional, llegando a firmar con el Cincinnati.

A inicios de 1960 le dieron la oportunidad de quedarse o irse a los Estados Unidos, y se quedó en su terruño. Fue el director del único equipo espirituano que ha ganado una serie nacional en el beisbol cubano (Serie XVIII 1978- 1979). Es militante del Partido Comunista de Cuba.

En las Ligas de Barrio jugaba en los jardines, y se destacaba como bateador. El señor Jorge Luis Janeiro, quien accionaba como activista del beisbol, lo llevó a Caibarién para hacerle una prueba con el Sugar Kings, que andaba por aquel entonces buscando talentos, donde mostró la potencia de su brazo diestro. Napoleón Reyes, scout del Cincinnati en la Habana (buscador de talentos), lo captó y lo llevó a los Estados Unidos, donde estuvo por espacio de seis años.

Jugó con los Cubans Sugar Kings, equipo perteneciente a la liga internacional de La Florida, categoría Triple A.

Su estancia en el extranjero comenzó en Pensilvania y luego pasó por el Arizona – México, por la Sally League y en los últimos años hasta 1962 en San Antonio, en la liga de Texas, firmó con el Cincinnati, pero por problemas en su brazo de lanzar no pudo desempeñarse y tuvo que abandonar. Jugó en la liga profesional cubana con los Elefantes de Cienfuegos. Fue nominado como el novato del año de la Serie Profesional Cubana (1958-1959).

Dijo adiós para siempre Cándido Andrade, pero su recuerdo siempre perdurará entre los seguidores del deporte de las bolas y los strikes. El Quijote que con la adarga al brazo guió a los Gallos al único título de la pelota cubana dejó de existir físicamente, pero su recuerdo quedará imborrable en la mente y corazones de su pueblo. Hasta siempre Cándido.