La disciplina y el cumplimiento de las medidas para los viajeros reduce riesgos de transmisión de la COVID-19

Trinidad sin excesos de optimismo (Foto: Ana Martha Panadés)
Trinidad sin excesos de optimismo (Foto: Ana Martha Panadés)

 

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez

La COVID-19 no admite descuidos; lo ha demostrado durante 10 meses de confinamiento, nasobuco y protocolos sanitarios que se ajustan a los escenarios epidemiológicos por los cuales transita el país y a la propia dinámica social y económica de Cuba.

El movimiento de personas -viajeros para los especialistas en epidemiología- ha incrementado los contagios durante los últimos días y confirma lo atinado en el cumplimiento de las medidas sanitarias, imprescindibles en la contención de la transmisión del nuevo coronavirus.

La trinitaria Sahili Casals Nodal, viajó desde Canadá a Cuba con la nostalgia de reencontrarse con su familia, pero no violó ninguna de las medidas. Después de realizado el primer PCR en el aeropuerto Juan Gualberto Gómez, de Varadero, decidió permanecer en aislamiento en uno de los hoteles de ese balneario hasta conocer el resultado negativo del examen.

Cuando llegó a la ciudad decidió alargar el confinamiento en su vivienda: “estuve cinco días sin salir de la casa, solo con mi esposo y mi hijo, a los amigos los saludaba de lejos hasta que llegó el resultado de la segunda prueba, cumplí con todo el protocola para protegerme a mí, a mi familia y al pueblo. La COVID- 19 es muy peligrosa”.

La realización de un PCR en el aeropuerto, al arribar al país y de una segunda toma de muestra al quinto día establece el protocolo cubano. La doctora Yanisleidi Turiño Lema, directora del Centro de Higiene y Epidemiología en el municipio espirituano de Trinidad reconoce también la responsabilidad del viajero y la familia en lo que a cooperación y disciplina se refiere.

La especialista insistió en la responsabilidad de la familia que no debe salir de la vivienda donde se encuentre el viajero, “los niños no pueden asistir a la escuela, y tampoco al centro de trabajo, está estipulado que se debe solicitar una licencia o vacaciones. También es importante informar al médico de la familia para que esté al tanto de todo el protocolo.

Poco más de 600 personas arribaron a esta localidad sureña en el pasado mes de diciembre y siete fueron positivos; en lo que va de año han llegado 68, con tres pacientes diagnosticados. En todos los casos los contactos estudiados resultaron negativos. Pero hoy la alerta se concentra en los viajeros nacionales que se trasladan de una provincia a otra y pueden complicar el escenario epidemiológico.

Estas personas tienen el mismo seguimiento que los extranjeros o quienes viajen desde otros países, pues proceden de provincias o municipios con casos positivos de la enfermedad, e incluso en algunos casos con transmisión autóctona limitada, declaró.