Nicel Rusindo Hernández: “Soy científico, aunque no viva en la capital”

El trinitario Nicel Rusindo Hernández está entre el personal que se capacita para laboratorio provincial de biología molecular de Sancti Spíritus.

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez

Cuando decidió declinar la oferta de trabajo en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, (IPK), Nicel Rusindo Hernández pensó que había puesto punto final a sus sueños. En el año 2010, tras concluir una Maestría en Parasitología en el prestigioso centro, regresó a su natal Trinidad, pero nunca desistió de ser científico.

Tal vez en aquel momento el mundo se le vino encima; percances familiares y la imposibilidad de costear los gastos que implica residir en la capital cubana, bloquearon una oportunidad que pensó única; entonces descubrió en la docencia la satisfacción de compartir saberes y aportar a la formación de jóvenes estudiantes de la Filial de Ciencias Médicas del sureño territorio.

Nuevas responsabilidades laborales en el Centro Municipal de Higiene y Epidemiología no lo apartaron de su pasión por ese universo microscópico de células y diagnósticos. Ante los primeros reportes del nuevo coronavirus en Cuba, precisamente en la ciudad de Trinidad, retomó su vocación por la indagación científica y se convirtió en la voz autorizada por estos predios para detallar a través de la radio local, los más recientes estudios de publicaciones especializadas sobre la COVID-19, lo que se convirtió en sustento para una labor de educación y promoción de salud que mucho agradecieron los trinitarios.

En medio del ordenamiento de salarios y calificaciones técnicas desde la dirección provincial descubren su currículo y llega la propuesta de formar parte del personal que trabajará en el Laboratorio de Biología Molecular que se construye en Sancti Spíritus para integrar la red de centros especializados en el estudio y control del virus SARS-CoV-2.

Mientras alista su equipaje rumbo a Camagüey, donde completará el período de capacitación práctica, pues no ha dejado de autoprepararse, Nicel accede al diálogo:

“Para la mayoría de las personas, los científicos están en los grandes institutos y laboratorios nacionales, yo me considero uno de ellos, aunque no viva en la capital. Una de las fortalezas de la Revolución ha estado precisamente en fomentar y extender la formación de hombres y mujeres de ciencia. Soy egresado de la especialidad de Biología en la Universidad de la Habana en el año 1999 y desde aquel entonces descubrí mi inclinación por la investigación.”

¿Cómo llega al prestigioso Instituto de medicina Tropical Pedro Kourí?

“Durante la carrera visitamos el IPK y se establecieron los primeros nexos de trabajo hasta acceder a la convocatoria para la Maestría en Parasitología, la cual concluí en el 2010. Como parte de la preparación aprendí las técnicas de diagnóstico avanzado, como el caso de la prueba PCR en tiempo real y que toma como objeto los ácidos nucleicos de los microorganismos. Mi estudio se centró específicamente en el toxoplasma, un protozoo que afecta a pacientes inmunodeprimidos como los portadores del VIH- Sida.

“Esa formación me ha permitido ahora alcanzar este puesto de trabajo en el laboratorio provincial de diagnóstico molecular de SARS-CoV-2, que es el primer objetivo, porque luego se prevé que haya otras investigaciones relacionadas con el cáncer, enfermedades genéticas; es el punto de partida de una institución científica patrimonio de Sancti Spíritus”.

La preparación científica en el IPK…

“Yo estudié una carrera de ciencias, pero nada se compara con la experiencia vivida en el IPK pues fue la posibilidad de contextualizar mi formación en una rama del saber y de accionar, en este caso la salud humana. Fue muy reconfortante; en el plano académico fortalecedor porque allí aprendimos la disciplina científica, a cómo obrar en un laboratorio, la responsabilidad, el respeto estricto a la verdad, más allá de un resultado inesperado. La ética nos enseñó que la evidencia debe publicarse y luego proceder a otras investigaciones. Eso lo aprendí en ese colectivo.”

Es la oportunidad que estuvo deseando para estrechar incluso los nexos de trabajo con la institución científica

“Siempre mantuve comunicación con mis profesores. Cuando entre en funcionamiento el laboratorio de nuestra provincia habrá investigaciones que podremos hacer de conjunto en el campo de las enfermedades relacionadas con la infectología. Tendremos el nexo de la infraestructura tecnológica, más el personal formado por el instituto en función de esta tarea.”

¿Cómo asume esta etapa de capacitación?

“La preparación la realizaremos en el laboratorio de la ciudad de Camagüey. Hasta ahora seremos tres equipos de trabajo para cubrir turnos de 24 horas en el procesamiento de todas las muestras de la provincia y si es necesario, apoyar a otros territorios. Vamos a ser unos cuantos, pero nos vamos a ver poco las caras porque la responsabilidad es grande. Del diagnóstico que salga de nuestro centro dependerán las acciones en la epidemiología; si un paciente se diagnostica positivo rápidamente, eso permite adoptar medidas en el menor tiempo posible y cortar la transmisión de la epidemia.”

Usted ha estado vinculado al trabajo de los epidemiólogos y conoce lo que implica el resultado positivo o negativo de una prueba

“Por suerte he estado en los dos bandos, del lado de la Epidemiologia, realizando trabajo de campo y en un laboratorio. La información que procede de allí es para la acción. Si es errada ocasiona serias consecuencias. En el caso de la prueba PCR en tiempo real, si es un falso negativo, habrá una persona positiva en la comunidad transmitiendo la enfermedad. Cada muestra es un desafío y lo asumimos con seriedad, ética y responsabilidad, pensando siempre en el pueblo que merece que lo demos todo para garantizar su bienestar. Servir es mi vocación como un hombre de ciencia.”