COVID-19 en Trinidad de Cuba: los peligros de la indisciplina

Foto: José Rafael Gómez Reguera

Por: José Rafael Gómez Reguera

Trinidad de Cuba transita por una etapa peligrosa en esta fase del rebrote del SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, de acuerdo con el reporte dado a conocer este domingo (con cierre a las 12 de la noche del sábado 20 de febrero), en el que se informó de dos nuevos casos correspondientes al territorio.

En el día en que Cuba tiene la segunda cifra más alta de casos confirmados en una jornada, de los 17 correspondientes a la provincia de Sancti Spíritus. De esta manera, el municipio contabilizaba 24 casos positivos en lo que va de mes, cifra superior a la de etapas precedentes.

Las autoridades han restringido la movilidad entre Trinidad y la ciudad cabecera provincial, desde el martes 23 de febrero, pues ese municipio retrocedió a la fase I de la etapa recuperativa, en atención al crecimiento de los contagios.

Vale apuntar que contrario al llamado de las autoridades, en esta zona sureña persisten las indisciplinas sociales, y todavía hay personas que utilizan mal el nasobuco, en tanto hay desorganización en las colas, en diversos establecimientos comerciales, a fin de adquirir productos normados o liberados, con personas unas encima de las otras, entre lo más significativo.

Es la indisciplina social, a no dudarlo, lo que más está afectando al municipio de Trinidad, pues se han reforzado los controles terrestres tanto con la ciudad cabecera provincial como con provincias aledañas.

Ello constituye algo insostenible, porque, de no cambiar, pondremos en peligro toda la actividad económica que se desarrolla, así como el desarrollo del curso escolar que, de hecho, ha estado afectado por la asistencia a clases de algunos pequeños, y que se corresponde con el temor de la familia ante los casos positivos reportados, independientemente de las medidas que asume el Ministerio de Educación.