La Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios continúa hoy con la mirada puesta en la preservación del patrimonio edificado de esa centro sureña villa colonial de Cuba.
Proyectos de rehabilitación de barrios, espacios públicos e inmuebles de alto valor, unido a la estrategia de contribuir al desarrollo económico del territorio desde la conservación, figuran entre sus objetivos, aseguró el máster Duznel Zerquera.
Resguardar la tipología constructiva de la ciudad y asegurar que sus habitantes convivan en armonía con estos atributos es uno de los mayores retos, subrayó Zerquera, quien está al frente de esa Oficina, creada el 28 de febrero de 1997.
La calle Independencia, ubicada en la tercera villa fundada por los españoles en Cuba, se benefició con las labores de dicha dependencia, la cual en opinión de su director no renuncia a apoyar los programas sociales.
Una de las instalaciones educativas favorecidas en este empeño fue la escuela primaria Pepito Tey, pese al impacto del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba y la crisis originada por la Covid-19, resaltó.
Dentro de la línea estratégica de la Oficina del Conservador está también su aporte a la rehabilitación del inmueble, de alto valor patrimonial, donde radica el círculo infantil Guerrillerito del Escambray.
Asimismo, trabaja en la reanimación de viviendas en el poblado de San Pedro con técnicas de embarro (barro y paja), lo cual asegura la conservación de este elemento de la arquitectura vernácula y eleva la calidad de vida de las personas.
Según trascendió, la revista Tornapunta y el boletín Jurabaina contribuyen a la comunicación de cuanto se realiza, mientras el pasado año la oficina presentó oficialmente su sitio web.
Trinidad, junto al Valle de los Ingenios y la emblemática torre Manaca-Iznaga, fue declarada por la Unesco en 1988 Patrimonio Cultural de la Humanidad. (Agencia Prensa Latina).