Por: Joaquín Gómez Serra
Hace 13 años el arte milenario chino hizo su arribo a Sancti Spíritus. El Wushu y el Quigong de salud buscan su espacio en el centro de Cuba con un proyecto de sensibilidad y de canto a la vida a través del ejercicio físico de las artes marciales.
Guardado celosamente y venerado entre los inmigrantes chinos llegados a Cuba el siglo pasado, el kung fu irrumpió en el panorama nacional muchos años después, cuando el cine echó por tierra los antiguos cánones de hermetismo y mostró al mundo los filmes del joven actor Bruce Lee y su elegante y rítmica forma de combatir.
Desde entonces, para la afición local amante de las artes marciales, el kung fu constituyó un misterio que llegó a su más alta expresión con el filme Los 36 escalones del Templo de Shaolín, una de las tantas puertas que descubrieron para el universo el basamento armónico, filosófico y terapéutico de lo que hoy se conoce también como Wushu, conjunto de artes marciales chinas.
Roberto Javier Morales Torres, Vicepresidente de la Escuela Cubana de Wushu y Chikung de salud tiene entre sus ansias poder desarrollar este arte milenario en la tierra del Yayabo.
“Quisiéramos que se generalizara en todos los municipios, este 23 de abril arribamos a nuestro cumpleaños 13. Tenemos ingentes ansias de que se propague por toda la provincia por lo que significa para la salud de niños, jóvenes y adultos mayores.
“Recientemente desarrollamos la Copa Nacional Wushuyayabo 2021 con un éxito total, online, se intervino en muchas modalidades de este arte milenario y las muestras de practicantes de doce provincias, con destaque para las escuelas de Cienfuegos, La Habana, las Tunas, Camagüey y de Sancti Spíritus, con videos que inundaron los perfiles de Facebook y la página institucional del INDER espirituano Yayabo Deportivo. Sin dudas, la copa que celebró los aniversario de la UJC y los Pioneros fue todo un éxito”.
Wushu significa arte marcial o arte militar, y define el conjunto de las artes marciales chinas. Antiguamente se conocía con el nombre de kung fu, que es una maestría, una propiedad de ser exitoso en cualquier tarea que uno realice.
Su proyección tiene cuatro vertientes principales: Tao Lu, que agrupa las manifestaciones competitivas modernas y tradicionales; San Shou, referida netamente al combate; la terapéutica y la cultural, con las danzas del León y del Dragón, ambas partes integrantes de las tradiciones chinas.
“El Wushu cubano le ha hecho aportes prácticos a la teoría china –continúa Roberto Javier Morales Torres, Vicepresidente de la Escuela Cubana en Sancti Spíritus-, y el ejemplo más vivo es la incorporación de los niños al Taiji-Quan, algo que en esa lejana nación solo hacen los adultos.
«Los niños logran mayor concentración para el estudio, y mejoran la disciplina, la vestimenta de este arte milenario es atractiva y les exigimos educación formal, estar correctamente vestidos y pelados, y se les enseña un concepto ético sobre la vida que después servirá para su desarrollo posterior.
«El lema Mi vida es un arma de la Revolución, encierra el basamento ideológico que conocen desde temprano y están conscientes de ello.
«Se practica Wushu por sus valores, jamás hemos insistido en su aspecto combativo, no es para agredir sino para asimilarlo como un método que potencie la salud. Por eso es una escuela, porque destacamos más el valor educativo que la defensa personal.
«Después de varios años de intentos fallidos vamos a contar con un local oficial para la práctica de este deporte en Sancti Spíritus, gracias al aporte del INDER yayabero, lo cual nos ayudará al incremento y consolidación del wushu y chikong de salud en la provincia.
“Ese es nuestro propósito, buscar vida en la población, atraer a los jóvenes y con nuestros ejercicios sanar el alma y el cuerpo», expresó finalmente Roberto Javier Morales Torres, Vicepresidente de la Escuela Cubana de Wushu y Chikung de Salud en Sancti Spíritus.