Por: Juan Carlos Naranjo
Roturas de equipos, insuficientes gestiones comercializadoras, y soluciones que se estiran más de lo previsto, limitan el beneficio óptimo de las producciones agrícolas para su procesamiento en las minindustrias de Trinidad, cuyo despegue hasta ahora no se corresponde con las demandas de los tiempos que corren.
El aprovechamiento de frutos como el mango pudiera suplir el déficit de alimentos de la población; así lo considera Eduardo Moreno García, subdirector técnico productivo de la Empresa Alimentaria provincial.
“El año pasado nosotros manifestamos en reiteradas ocasiones nuestra inconformidad por el no uso de toda la fruta que genera este municipio que debían aprovecharla en función de la alimentación de este pueblo, y este año va ocurriendo lo mismo. Nosotros contamos con un nivel de mango en Trinidad de los más altos de la provincia”.
En tal sentido acotó, “usted se imagina que en diciembre cualquier trinitario pueda disponer de una botellita de pulpa de mango cuando no haya esa fruta en todo el país, lo que pasa que nosotros somos los responsables de lograr que se haga lo que hay que hacer”.
El subdirector técnico productivo de la Empresa Alimentaria Provincial habló de solucionar las roturas de las calderas de la minindustria La Paila y explicó que se espera por los especialistas que actualmente ejecutan otros trabajos, pero que a más tardar en junio debe estar resuelto el problema.
Explicó la propia fuente que la minindustria de Caracusey ya genera producciones, parte de las cuales se comercializan en la ciudad de Trinidad y está lista la unidad de Meyer para la arrancada.
Las minindustrias, opción para el aprovechamiento de las producciones locales de alimentos y ampliación de ofertas a la población, constituyen pieza clave para la economía, sobre todo en estos tiempos de contingencia agravados por la pandemia.