Por: Alipio Martínez Romero
“Noble como el desempeño de sus ocupaciones, y quién sabe si la más grata”, como nuestro Héroe Nacional José Martí escribió en Nueva York, en enero de 1890, sobre los enfermeros en carta a Gonzalo de Quezada, lo reafirmaron quienes con honor lucen las batas blancas en el Hospital General Doctor Tomás Carrera Galiano, al mostrar su protagonismo en un primer momento del proceso de inmunización contra la COVID-19, en Trinidad.
La licenciada y jefa de enfermería en ese centro asistencial Yolaidy Rodríguez Medina, al predicar con su ejemplo trasmitió disciplina y confianza a sus compañeros al estampar su rúbrica al lado de su nombre y poner su brazo para recibir en este las tres dosis de la salvadora Abdala, distinguida en el mundo con igual título de una obra del más universal de todos los cubanos y autor intelectual del asalto al cuartel Moncada José Julián Martí Pérez.
Más de ciento cuarenta y cinco mujeres y hombres profesionales de esa práctica de la medicina al cuidado de la salud del pueblo trinitario, se consideraron priorizados por los riegos de exponer su vida ante la presencia de la pandemia en el cumplimiento de los servicios con la sociedad y el compromiso con las máximas autoridades de la isla.
Ellos hoy están más seguros, felices y agradecidos de los científicos creadores de la vacuna que honra la memoria de Martí nuestro Apóstol de la Independencia y del eterno Comandante en Jefe de todas las batallas Fidel Castro Ruz, inspirador del sistema de salud desde su alegato “La historia me absorberá” y del desarrollo de la ciencia en el país, al triunfo del proyecto socialista de Ejército Rebelde.
Rodríguez Medina, con orgullosa de ser cubana expresa figurar entre los seguidores de la enfermera cubana mártir Victoria Brú Sánchez, y de la británica Florence Nightingale, al administrar en las últimas horas la vacuna a trabajadores bancarios, de la fiscalía, de las cadenas de tiendas Caribe y Cimex y del Kurhotel Escambray en el territorio montañoso de Topes de Collantes.
Desde ahora con el mismo altruismo, amor y profesionalidad se alistan para la continuidad del proceso de vacunación que será dirigida a los sureños de edades más vulnerables los cuales acudirán sin demora a uno de los 55 locales habilitados con todas las condiciones, incluidos los símbolos de la identidad de la Patria y la Revolución, una encomienda que será también otra victoria cubana con todos y para el bien de todos.