Trinidad de Cuba, tranquila, siempre en 26

Por: José Rafael Gómez Reguera

Caminar por nuestras calles, hasta el horario permitido, fue este 2 6 de julio tan normal como cualquier día. La diferencia la impusieron banderas y carteles que saludaron el Día de la Rebeldía Nacional, mientras muchos establecimientos comerciales, a pesar del feriado, se mantuvieron activos, y se sucedían actos de reafirmación revolucionaria, o acciones para incrementar la producción de alimentos.

La ciudad Museo del Caribe supo de la apertura de los diversos puntos del sistema de la Agricultura, conocidos popularmente como placitas, donde se ofertaban plátanos, mangos y otros, entre los productos más demandados, mientras el mercado Ideal La Caoba ofrecía queso fundido y queso blanco, en algunos momentos con una ligera cola; en otros sencillamente no había nadie y era significativa la atención al cliente.

Las bodegas del territorio, asimismo, y hasta las dos de la tarde, expendían la cuota de pan normado y los productos, igualmente normados, como la segunda vuelta de huevos, y la cuota de agosto, ahora adelantada desde este lunes. Los puntos de leche, por su parte, vendieron leche saborizada hasta que se agotó la existencia.

Las panaderías locales, de igual manera, mantuvieron su habitual ritmo de venta hasta más allá del mediodía, y el producto se vendía, como siempre, en las bodegas donde el pan se lleva lo más temprano posible, a fin de evitar aglomeraciones innecesarias.

Ejemplos podrían sobrar de la tranquilidad de la Tercera villa cubana, donde en las principales calles aparecieron carteles, unos más elaborados que otros, cargados de sencillez, que son harto elocuentes en sus mensajes, mientras la bandera cubana ondeaba al frente de edificios multifamiliares. Trinidad sigue en 26.