Por: Rafael Novoa Pupo
El 5 de agosto de 2003, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, inauguró un moderno Centro Nacional de Genética Médica en las afueras de la ciudad de Habana, que permitiera a los médicos de la isla diagnosticar y dar tratamiento preventivo a centenares de enfermedades originadas por deficiencias, en los genes.
Vestido con su tradicional uniforme de combate verde olivo, el máximo líder histórico de la Revolución, presidió las ceremonias de inauguración del centro de investigaciones, que contaba con un área de laboratorios de 7.000 m², y que fue dotado con instrumental, de última generación.
«En este centro se cumplirán funciones asistenciales, docentes y de investigación, que serán las más importantes en un futuro cercano», señaló ese día el entonces Jefe de Estado, ante un auditorio formado por médicos, científicos y más de 200 nuevos graduados con el título de Máster en asistencia, de estudios genéticos.
En un discurso de poco más de hora y media de duración, el compañero Fidel enfatizó además en las bondades del sistema socialista vigente en la isla, del cual dijo tiene como objetivo prioritario la justicia social, y el bienestar de nuestros ciudadanos.
Seguidamente explicó, ello ha hecho posible erigir este centro de investigación, que cuenta con tres laboratorios especializados: uno de biología molecular, para trabajar sobre el ADN celular; otro de citogenética, para identificar aberraciones cromosómicas como el síndrome de Down, y un tercero de detección de errores congénitos, del metabolismo.
También destacó, que en ese centro se podrían diagnosticar cientos de patologías de origen genético, y aunque algunas de esas enfermedades no tienen aún una cura efectiva, al lograr un diagnóstico temprano se podrán tomar medidas paliativas, y mejorar las condiciones de vida a los pacientes.
Luego tras reseñar el moderno instrumental que tendrían a su disposición los genetistas para realizar sus trabajos, el gobernante cubano destacó que lo más importante que teníamos es el talento de nuestros científicos, fruto de la educación que se brinda en el país.
«Pero eso no serviría de mucho, si no le sumamos el espíritu de solidaridad, de fraternidad entre los hombres y la conciencia generada en esos especialistas, durante los 44 años de Revolución socialista en la isla”, acotó el líder cubano.
De igual modo recordó, que Cuba es un país pequeño y pobre, pero dijo que su sistema político le permitió dotar a su pueblo de este moderno centro médico, único en los países de América Latina, debido a que aquí en la isla, la salud no es un negocio, como sí lo es, en las sociedades capitalistas. «En el capitalismo se piensa más en ganar dinero que en sanar realmente a una persona», denunció Fidel ante los presentes en el acto.
Finalmente, el Comandante en Jefe felicitó a los médicos que recibieron su postgrado en asistencia genética, y les recordó que su misión humanitaria es la de perfeccionarse como científicos para dar mayor calidad de vida a nuestra población, y a quien la necesite. (Con información de Periódico Trabajadores y Ecured).