Integrado por profesionales de la provincia espirituana ya se encuentra en el municipio el contingente Henry Reeve para reforzar la asistencia médica como parte de la batalla contra la COVID-19
Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
Desde su graduación, la joven doctora Lilianys Rodríguez Carrazana conoce del riesgo al que se expone, incluso en el consultorio del área de salud de Guasimal; pero esta es su primera experiencia en Zona Roja. La vivirá como integrante del contingente Henry Reeve que se une a los profesionales de la Salud Pública en el municipio de Trinidad para librar batalla contra la COVID-19.
“El trabajo será fuerte, pero estoy dispuesta a ayudar, a dar lo mejor de mí para que la situación mejore. En el plano profesional va aportar conocimientos y nuevas relaciones de trabajo; seremos una familia unida por la fraternidad y el amor por la vida”, manifiesta después de la breve bienvenida en el monumento a Alberto Delgado Delgado.
Una treintena de médicos y enfermeros de varios municipios espirituanos, algunos con más de una misión de colaboración en su currículum, otros estrenándose en la profesión, se incorporan a los centros destinados al aislamiento de pacientes sospechosos y también a la atención de positivos en un territorio con una alta transmisión del virus SARS-CoV-2.
La llegada del personal sanitario responde a una estrategia del Ministerio de Salud Pública dirigida a reforzar la atención a los trinitarios como parte de un sistema de intervención, que, junto al proceso de vacunación masiva, permitirá revertir el escenario epidemiológico y controlar la tasa de incidencia de la enfermedad, de acuerdo con la doctora Mirta Santos León, subdirectora de asistencia médica en la Dirección Provincial de Salud.
“La reorganización de los recursos humanos permitirá cubrir los consultorios en las cuatro áreas de salud del sureño territorio y lograr estabilizar el binomio médico-enfermera desde la base, desde la comunidad. Nos referimos al trabajo de campo en estas dependencias y también a la atención directa de los pacientes con un ingreso en el hogar. Esas personas deben tener un grupo de requisitos y uno de ellos es poder contar con su médico y enfermera para el seguimiento y evolución”, precisó la funcionaria.
Los galenos Nancy Rodríguez León, y Yunior Acosta García, han recorrido camino distintos, pero en Trinidad los une la misma vocación de servir y vencer. Con tres misiones internacionalistas, ella regresó a la patria hace apenas dos meses, pero al ser convocada no vaciló en compartir su experiencia y esperanza.
“Venimos a ponerle vida y corazón a esta tarea que es trabajar en Zona roja, con enfermos positivos, en una rotación de 24 por 48 horas; debemos protegernos mucho, porque esta batalla la vamos a ganar totalmente si todos los que llegamos aquí regresamos sanos y logramos salvar cuántas vidas podamos”.
El joven egresado comparte también su entusiasmo: “Es una experiencia nueva, que va a marcar en la trayectoria como profesionales, hemos empezado con una tarea muy dura, pero juntos vamos a vencer”.
Trinidad agradece la llegada de estos profesionales y respira un poco más aliviada. Se han vivido días muy tensos por las cifras de contagios, las complicaciones asociadas a la enfermedad, los fallecidos, el agotamiento de una larga batalla y el desgaste del personal sanitario. Es hora de tomar aliento y seguir adelante.