Alexis Rodríguez: No podemos fallar al juramento que hicimos al graduarnos

El doctor Alexis Rodríguez asegura que ha sido muy dura la batalla contra la Covid (Foto: Ana Martha Panadés)

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez

Para el doctor Alexis Rodríguez Hernández los días agobian y las penas también. A los pacientes que hoy tiene bajo su cuidado prefiere imaginarlos en casa, lejos de pinchazos y lágrimas, de la zozobra de los padres y el sobresalto ante un síntoma que no cede.

Cuando llegó al círculo infantil Tierno Amanecer, uno de los Centros de Atención a pacientes en edad pediátrica habilitados en el municipio de Trinidad por el crecimiento exponencial de la Covid, le acompañaba su experiencia para “armar” en minutos el servicio médico, de enfermería, de logística, en este tipo de instituciones, pero la inocencia de estos enfermos, le ha calado hondo.

“En el centro se crearon las condiciones para atender a 40 niños, con un acompañante cada uno, en condición de sospechosos o confirmados. La responsabilidad es grande porque no pueden faltar los medicamentos –la principal prioridad-, pero tampoco la preocupación constante, el seguimiento a cada caso, la interconsulta con otros especialistas e incluso la coordinación oportuna para el traslado de pacientes al hospital y por fortuna, la evolución de todos es favorable.”

Alexis revisa cada historia clínica con minuciosidad, hace anotaciones y recuerda rostros. Para quien se desempeñaba como asesor del Programa del Adulto Mayor en la dirección municipal de Salud Pública, la sensibilidad no solo se adorna de canas, sino de picardía. Entonces agrega satisfecho:

“Aquí no falta el interferón, los antibióticos, los analgésicos y cuando se ha necesitado administrar sales de rehidratación a nuestros pacientes – en falta a nivel de país- se elaboran en el centro; nuestra premisa es que se sientan como en el hogar, independientemente de las limitaciones que nos afectan a todos.”

El doctor Alexis Rodríguez junto a los médicos del Contingente Internacional Henry Reeve (Foto: Ana Martha Panadés)

En 28 años de profesión, el doctor Alexis Rodríguez agradece las manos amigas que construyen en colectivo y elogia la oportunidad de compartir la labor con los colegas del Contingente Internacional Henry Reeve, ese refuerzo “que da continuidad a nuestro trabajo y garantiza un seguimiento a los pacientes, sobre todo con la presencia de un especialista en Pediatría. Para ellos el eterno agradecimiento por su consagración”, reconoce este doctor trinitario.

Además de aliviar los síntomas de los pacientes, le preocupan otras insatisfacciones que multiplican el malestar: “La falta de fluido eléctrico afecta la calidad de la atención médica y genera mucha incomodidad entre los niños y sus padres. En varias ocasiones se ha solicitado la posibilidad de ubicar un grupo electrógeno en la institución, pero aún no se recibe una respuesta.”

En más de un año y medio de batalla contra el virus, el galeno ha develado los lados más tristes de la enfermedad: síntomas que empeoran en cuestión de minutos, familias separadas, la esperanza rota, el miedo al contagio. “Es una experiencia agotadora – afirma mientras prefiere imaginar los días después de la pandemia- y a todos nos ha impactado; es hora de poner fin a esta pesadilla, con nuestra entrega, la disciplina del pueblo y el apoyo del gobierno. Nos merecemos reír, celebrar con los amigos, retomar nuestros planes.”

“Ha sido muy dura esta lucha, muy sacrificada, especialmente para el personal de la salud –confiesa sin ánimo de gloria, pero con el recuerdo de la angustia al saberse positivo: “Cuando trabajamos en Zona Roja conocemos el riesgo, pero el diagnóstico siempre asusta. Después de mi recuperación, he seguido al frente de la tarea. Eso lo que nos toca como profesionales de la salud porque no podemos fallar al juramento que hicimos al graduarnos.”