Los titulares de los diversos negocios deben asumir de manera responsable el llenado y entrega de los proyectos de trabajo, en los cuales deberán reflejar, con amplitud, el alcance de lo que harán en ellos
Por: Juan Carlos Naranjo
La aparición de nuevos actores y modalidades para el ejercicio de la actividad por cuenta propia en Trinidad demanda claridad y explicités en los Proyectos de Trabajo de los titulares para las micro, pequeñas y medianas empresas, toda vez que ese será el punto de partida para el control integral a cada negocio.
Sobre esa arista abunda Yadira Escobar Calderón, Subdirectora de Trabajo no estatal en el territorio.
“Cuando los titulares presenten su planilla de solicitud para el proyecto deben ser muy explícitos en la parte de la descripción ya que por esta se regirá la Comisión de control cuando se realice la supervisión”.
En tal sentido Yoana Fritze Lara, Jefa de Grupo de la Dirección Integral de Supervisión dijo que se mantienen las visitas integrales, es decir en comisión, para el control del decreto ley 45 que establece las contravenciones, sanciones y medidas a aplicar a los infractores: “Las visitas van a ser planificadas para chequear el decreto ley 45, y las cuantías de la multas han bajado a 500, 1500, y las más altas alcanzan hasta 4000”.
En el caso de ambos decretos 30 y 31 el supervisor tiene la potestad del chequeo individualmente, se trata de precios, pesajes y otros puntos que rige el 30, mientras el 31 precisa todo lo relacionado con el cumplimiento de las normas higiénicas.
No se trata, abundaron los especialistas de una cacería de brujas, pero sí, que se cumpla con lo concebido en el Proyecto de trabajo de cada contribuyente. En ello insistió Yoslaiki Duardo especialista de trabajo no estatal en Trinidad.
“Por decirlo de aluna manera, es el propio titular que se impone la multa si el proyecto de trabajo no se corresponde con la realidad de su negocio”, subrayó.