Trinidad: Acto nacional por aniversario 60 del asesinato de Manuel Ascunce y Pedro Lantigua

Fotos: Dariel Morejón y Abran Sanchez

Nuevamente la intrincada zona de Limones Cantero, en este municipio de Trinidad, rememora los hechos acaecidos el 26 de noviembre de 1961, cuando los bandidos que operaban en el Escambray cegaron la vida del joven alfabetizador y de su alumno

Por: José Rafael Gómez Reguera

En Limones Cantero, municipio de Trinidad, resuena nuevamente el Himno de la Alfabetización. 60 años atrás, esa intrincada zona escambradeña fue escenario de un monstruoso crimen cometido contra un joven alfabetizador que, valientemente, enfrentó a los bandidos contrarrevolucionarios y dijo “¡Yo soy el maestro!

Junto a Manuel Ascunce fue asesinado Pedro Lantigua Ortega, campesino que accedía a las luces de la enseñanza junto a su familia, para dejar atrás la ignorancia, en aquella memorable Campaña de Alfabetización de la cual Cuba salió victoriosa a pesar de esos crímenes aupados por el Gobierno de Estados Unidos para frenarla.

La casa de Pedro Lantigua y Mariana de la Viña, estaba situada en la Finca Palmarito, barrio de Río Ay, en una zona cafetalera de difícil acceso con una extensión de treinta caballerías y había sido intervenida a su dueño seis meses atrás. Precisamente, uno de los hijos de este era miembro de la banda que asesinó a Manuel y a Pedro.

Monograma que los jóvenes del Destacamento portaban en sus brazos. Foto: Internet.
Monograma que los jóvenes del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech portaban en sus brazos. Foto: Internet.

Cada 26 de noviembre, Cuba recuerda aquel asesinato a manos de Quesada Braulio Amador Quesada, principal ejecutor, Pedro González Sánchez y Julio Emilio Carretero Escajadillo, jefe de una comandancia, hecho que conmovió a la nación e inspiró a muchos otros a permanecer firmes en el afán de declarar a la Isla Territorio Libre de Analfabetismo, o a incorporarse al magisterio, tal como sucedió, hace casi 50 años ahora, con el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, representado por decenas de profesores del municipio de Trinidad en todas las especialidades, principalmente formados en sus primeros cinco Contingentes.

Ellos, casi niños todavía, se enfrentaron, como Ascunce, a una tarea gigantesca, ante el llamado de Fidel por la explosión de matrícula de entonces, y laboraron en Escuelas Secundarias Básicas en el Campo o Urbanas, Pre Universitarios, Escuelas de Economía y otros centros educativos. Estudiaban en una sesión e impartían clases en otra hasta graduarse como Licenciados en Educación y permanecer en aquellos sitios donde fueron ubicados o regresar a sus lugares de origen para seguir dando el pan de la Enseñanza.