China rechazó hoy los señalamientos del G7 a su reacción hacia Taiwán tras la visita de la congresista estadounidense Nancy Pelosi y defendió las contramedidas, como la aplicación de sanciones contra promotores del separatismo
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Hua Chunying, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo que las críticas ilustran la hipocresía del bloque, pues calló ante el viaje de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y ahora solo habla para acusar a Beijing de represalias.
El G7 y la Unión Europea manifestaron preocupación en un comunicado porque “las acciones amenazantes de China implican el riesgo de una escalada innecesaria”.
Según la portavoz, la causa fundamental de las actuales tensiones en el estrecho de Taiwán es que la Casa Blanca ignoró la oposición del gigante asiático y se confabuló para la visita de la tercera funcionaria más importante de Gobierno a la isla en un avión militar.
Apuntó que el hecho elevó el nivel de las relaciones entre Washington y Taipéi, dañó la soberanía e integridad territorial, así como el principio de Una sola China, la base de los nexos con Beijing.
Reiteró la postura en contra de los contactos oficiales de cualquier país con Taiwán, responsabilizó a los secesionistas y actores externos de cambiar el status quo de la zona y condenó sus intenciones de dividir al país oriental.
“Los miembros del G7, liderados por Estados Unidos, son la cara de la agresión y la coerción”, añadió.
De igual manera, el canciller chino, Wang Yi, desde Cambodia también fustigó la declaración del Grupo de los Siete, pidió a la comunidad internacional oponerse a cualquier movimiento en contra del principio Una sola China, y apoyar la paz y estabilidad regional.
Consideró sin fundamento las críticas a las iniciativas “razonables y legítimas” de Beijing a fin de salvaguardar su soberanía e integridad territorial.
Por otro lado, la oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado (Gabinete) dijo que las sanciones a los individuos, compañías y organizaciones promotoras del separatismo son justificadas.
“Cualquier estado soberano tomará tales medidas para salvaguardar su soberanía, seguridad e intereses de desarrollo de acuerdo con el derecho internacional y las normas básicas que rigen las relaciones internacionales”, remarcó un portavoz.
La cuestión de Taiwán –apuntó- es uno de los asuntos internos de China, y es justo y natural que China tome las contramedidas necesarias para salvaguardar su soberanía e integridad territorial. (Agencia Prensa Latina).