El famoso Valle de los Ingenios, inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial por la UNESCO, de conjunto con el Centro Histórico de la ciudad de Trinidad, sigue aportando sorpresas en cada investigación
Por: Oscar Alfonso Sosa
Las experiencias adquiridas tras casi 20 ediciones del Taller Nacional de Arqueología de la Industria Azucarera que ha sesionado en esta localidad, constituyen un punto de partida para identificar y trabajar en otros lugares de interés de la provincia de Sancti Spíritus, de Guantánamo o de Gibara, en Holguín.
A juicio de Yadira Rojas Espinosa, especialista del Centro Provincial de Patrimonio holguinero y una de las participantes en la cita que se inició el 30 de octubre, que desde el año 2000 se desarrollen estos encuentros facilita el acercamiento a todo cuanto acontecía en la rama industrial en los siglos XVIII y XIX en Cuba y el resto de Latinoamérica.
En declaraciones a la ACN, la experta resaltó la visualidad de este tipo de obras, poco representadas hasta ahora en la región, y las amplias posibilidades que ofrecen las labores en San Isidro de los Destiladeros, sitio del afamado Valle de los Ingenios donde acontecen las excavaciones, para multiplicarlas luego.
Dijo que San Isidro es uno de los ejemplos más significativos de este tema en la Isla e insistió en que lo ocurrido aquí –y logra develarse en el trabajo de campo- pudiera suceder en Guantánamo y Santiago de Cuba con la agroindustria cafetalera o en Gibara, donde se contabilizan unas 11 ruinas de ingenios ingleses de la centuria decimonónica aún por estudiar en profundidad.
Como una experiencia vital catalogó Rojas Espinosa lo que se vive en la casona situada en el paisaje declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad junto al centro histórico trinitario; este entorno es excepcional, auténtico, acotó, porque en un mismo espacio fabril se localizan la casa ingenio, el tren jamaiquino, las áreas de molienda y purga, los barracones.
Para Orlando Álvarez de la Paz, especialista principal del Gabinete de Arqueología de la Oficina del Conservador de Sancti Spíritus, las acciones que promueve el taller permiten sacar a la luz lugares edificados y, una vez descubiertos, consolidar sus estructuras, prepararlas para socializar sus atractivos e interpretar in situ el patrimonio.
Cuando un inmueble como este se pone en valor de uso, subrayó, se crean disímiles servicios u opcionales que generan ingresos sin causarle daños y eso se revierte en la adquisición de recursos para su restauración y en el avance hacia otros lugares.
Reiteró que a partir de San Isidro se llevaron a cabo encuentros similares en el sitio fundacional de la otrora villa del Espíritu Santo; pero las relaciones de trabajo que se han establecido ahora con la universidad o las escuelas abren las puertas a futuras indagaciones en municipios como Taguasco, con una enorme riqueza por descubrir.
Tras algunos años sin realizar la cita que organizan el Museo de Arqueología y la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios debido a la pandemia de la COVID-19, esta edición 19 del evento reúne a estudiosos de varias provincias cubanas.
San Isidro de los Destiladeros está considerado el exponente más completo del patrimonio industrial en la zona y junto a su casa hacienda y la torre campanario, existen restos de muros que conformaron los barracones de esclavos, la enfermería, el aljibe, la destilería y los canales hidráulicos, por ejemplo. (Agencia Cubana de Noticias).
