Este italiano, integrante de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba, quien profesa inmenso amor por la Mayor de las Antillas y la Revolución cubana, departió con alumnos del Pre-Universitario Eduardo García, de la escuela de Oficios Andrés Berro, sus profesores, profesionales de los Ministerios de Cultura y Educación, así como funcionarios de la Casa de la Amistad
Por: Alipio Martínez Romero
Ustedes quieren hacerme llorar, expresó emocionado el integrante de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba, Andrea Paoliere, antes de responder una de las distintas preguntas formuladas por los estudiantes trinitarios, presentes en el intercambio con quien siente amor y pasión por los lazos que unen a ambas naciones.
En el encuentro refirió aspectos sobre los orígenes amistosos asentados en luchadores como Guisepe Garibaldi, el cual despertó en José Martí una singular atención, de las acciones de mambises italianos en las guerras por la independencia, con énfasis en «Gino Doné», expedicionario del yate Granma, y cuya huella junto al Coronel del Ejército Libertador Juan Bautista Spotorno, perviven en la ciudad.
Paoliere, reseñó detalles de cómo los sentimiento humanos le devolvieron la alegría hace 23 años, cuando llegó a La Habana, sin equipajes perdidos durante su viaje en un aeropuerto, y después a Trinidad la cual también ama y extraña, de sus conocimientos en torno a la invasión imperialista por Playa Girón, del bloqueo de los Estados Unidos, y de la existencia de la referida Asociación de Amistad Italia-Cuba, una de las primeras en el orbe con más de 6 décadas de fundada.
También en la cita efectuada en el Centro de Documentación del Patrimonio Casa Maibrán de la Oficina del Conservador de la Ciudad, habló de los perjuicios ocasionados a Europa, y a varios continentes el conflicto entre la Federación Rusa y Ucrania, episodio bélico a gran escala el cual alimentan las naciones de la alianza de la OTAN con Norteamérica para sus operaciones multinacionales en gestión de crisis.
Quien en su nación lo consideran antisocial por sus pensamientos de hermandad, acentuó sus encuentros en la Universidad de la capital donde se le permitió estudiar, de las emociones al observar al General de Ejército Raúl Castro, al lado del presidente Miguel Díaz-Canel, en la marcha de las antorchas, y de su lamento de no haber podido conocer de cerca y estrechar la mano del Comandante en Jefe Fidel Castro.
Asimismo dialogó con los jóvenes trinitarios acerca de las diferencias del acceso a la educación, la cultura y la salud en el sistema capitalista, del apoyo de los médicos de la isla caribeña a Italia, durante el enfrentamiento a la COVID-19, de las bondades y maleficios de la redes sociales, de los sentimientos solidarios de los cubanos, cuyo baluarte y protagonismo, pese a las carencias de hoy, dijo no existen en ningún país del mundo.
Al ameno encuentro auspiciado por la Casa de la Amistad, comparecieron alumnos del Pre Universitario Urbano (IPU) Eduardo García, de la escuela de Oficios Andrés Berro, sus profesores, profesionales de los Ministerios de Cultura y Educación, acompañados de funcionarios de la Casa del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), entre otros compañeros.
Posteriormente accedió a un nuevo diálogo en la Casa de la Amistad, con otro grupo de muchachas y muchachos del referido IPU Eduardo García, de igual manera conversó con profesores del Centro Universitario Julio Antonio Mella de esta urbe, instante en el cual se propuso implementar un proyecto de desarrollo local.
A solicitud de las autoridades de la Cátedra del Adulto Mayor del municipio, sus integrantes compartieron pormenores relacionados con sus actividades recreativas y culturales, por las cuales se interesaron, algunos de sus integrantes declamaron poesías y entonaron canciones románticas.
Paoliere, en las últimas reuniones, fue acompañado de su coterráneo Mauro Avella, de los chilenos Luis Antonio Vicencio Ortiz y Rubén Antonio Torres Ávila, ambos afiliados de la Asociación de Solidaridad Chile-Cuba, quienes por estos días recorren la tierra del Apóstol de la Independencia José Martí.
El italiano compartió además del apego a nuestro proyecto socialista desde el momento de conocer de la historia de Cuba, a su máximo y eterno líder, su gusto por la comida criolla cubana, de su inclinación por los tatuajes en cuyo cuerpo aparecen entre varios de sus símbolos, el mapa de la Mayor de las Antillas, la bandera nacional, las palabras “Revolución” y “Yo soy Fidel”.