Alma Máter, ayer y hoy

Foto: Alma Mater

Por: José Rafael Gómez Reguera

Me abrió sus puertas en el ya lejano 1976. Eran mis primeros tiempos como estudiante universitario y se fortalecía en mi subconsciente el amor por el periodismo, comenzado increíblemente desde que cursaba el sexto grado.

Por esa fecha, ya me asomaba a este mundo, con aquel programa de Radio Liberación llamado “Ronda infantil”, que me acogió en su Círculo de Oyentes y recibió mis cartas manuscritas.

En plena juventud, Alma Máter fue, en verdad, como su nombre lo indica, una Madre Nutricia. Me permitió conocer de cerca a figuras como el desaparecido Nelio Contreras, director de la revista durante mucho tiempo, y verdadero amigo y compañero, quien alentó a los que, como yo, despertaban intereses profesionales.

En las páginas de esa revista nacieron mis primeros reportajes sobre la recreación para estudiantes universitarios en los campings de entonces, una suerte de campismo con casas de campaña, en lugares de interés como playa Ancón y Varadero.

También allí tuve la suerte de publicar mis primeros trabajos como escritor, y hasta se deslizó mi dirección postal, con la consiguiente arribazón de cientos de cartas, aportadoras de valiosas amistades. Otras, intrascendentes.

Los tiempos han cambiado. Diferente es el papel que Alma Máter utiliza, la tipografía, y novedosas las temáticas, acorde con los años que corren. Pero lo que no ha cambiado es ese propósito de acercarse al universitario con su propio lenguaje, sus intereses y preocupaciones. Ese deseo insaciable de saber y buscar aventuras y experiencias.

Julio Antonio Mella fundó la revista el 17 de noviembre de 1922. Nos separan 92 años. Pero para nada Alma Máter es una ancianita. Merece veneración, respeto, porque a estas alturas sigue cosechando sueños y esperanzas, enlazando amigos y transmitiendo saberes.

Bienvenidas sus páginas llenas de color y juventud, su espíritu renovador y su valor para reflejar el quehacer de las universidades y los miles de muchachas y muchachos que se forman para servir al país y hacer realidad sus sueños.