Un día entre masones en Trinidad

Foto: Facebook.

Por: Karen Reyes Aróstica

En dos ocasiones a través del curso de la historia se ha escuchado la frase “…con 12 hombres basta para hacer la Revolución o para continuar la lucha”, según ha sido el momento histórico al que se haga referencia.

Sin embargo, en Trinidad bastaron tres para hacer historia e incluir dentro del listado de Tarjas y Monumentos, una obra en piedra que los masones de 1947 pertenecientes a la Logia “Luz del Sur” de este territorio, hicieron como reconocimiento a sus hermanos de 1868.

La inquietud por lo desconocido y real

”Todo empezó en una de mis lecturas habituales a los textos que tenemos dentro de la logia. Los autores mencionaban una tarja ubicada en los alrededores de la Cueva de los Masones, por detrás de lo que es hoy el Hotel Las Cuevas. Entonces me dediqué a cruzar la información de un libro con otro, y a investigar en los registros oficiales del Asentamiento de Tarjas y Monumentos del municipio”, dijo Ángel Silvestre Leal Jiménez mientras levantaba la cerca que delimita el lugar.

Algo que me llamó mucho la atención fue que no se encontraba registrada en este asentamiento, pero estaba convencido de se existencia, porque los hermanos masones no podemos faltar a la verdad, como no debe hacerlo nadie.

Ante esta acotación le pregunté que si lo había hecho para no revelar ningún rasgo distintivo de esta organización y solo sonrió, razón por la cual dejé que avanzara el diálogo-monólogo que manteníamos.

Después de muchas horas de lectura me dije que había llegado el momento de buscar en el terreno y convidé a dos de mis hermanos para llevar a cabo la tarea.

El encuentro con la historia

Nosotros conocíamos la zona porque de muchachos siempre habíamos estado por aquí, pero era algo de manera general. Al llegar nos recibió la maleza infranqueable, de cuando el hombre no está por ese lugar desde mucho tiempo atrás. Sin embargo, eso no nos detuvo, machete en mano le entramos al monte y fuimos desmochando ramas para despejar el área. Narra Pablo Quijano Villa, el segundo masón que respondió a la invitación para descubrir la tarja.

Cuando ya se había despejado bastante el lugar, empezamos buscar para todos lados pero no aparecía, entonces yo me acordé de que tal estuviéramos sobre la llamada Cueva de los Masones, y bajé buscando una claraboya y por poco me caigo, pero me aguanté de una rama y descubrí la tarja.

Allí reza:

En esta gruta durante la guerra de 1868 se reunían masones trinitarios afiliados a la respetable Logia “Luz del Sur” siendo sus principales dirigentes, los ilustres patriotas Don Federico R. Cavada y Don Juan Bautista Spotorno. Con la asistencia de los miembros del VI Congreso Nacional de Historia, se coloca esta tarja conmemorativa por sus hermanos de la logia, como recuerdo y merecido homenaje a los esforzados paladines de la Libertad de Cuba.

                                                                Trinidad 11 de octubre de 1947.

Respetable Logia Luz del Sur.