Por: Mariolys González Calderón
La emisora Radio Trinidad celebró su balance anual con el objetivo de evaluar los resultados obtenidos durante el año que recién finalizó.
El encuentro, presidido por Mirta Ramos, Directora de Comunicación de la Radio Cubana, estuvo marcado por la crítica oportuna que permitirá mejorar la calidad del producto radiofónico que actualmente brinda este medio de difusión masiva.
Yinelis Castellanos, Directora de Radio Trinidad, destacó que la principal línea de trabajo para el 2016 está basada en lograr una programación más fresca y con mayor enganche para los oyentes, y que además nos diferencie del resto de las emisoras municipales de la provincia.
Subrayó que la institución hoy cuenta con un nuevo ejecutivo sindical más comprometido, un núcleo del partido fortalecido con gente joven y un comité de la UJC dispuesto a realizar cualquier tarea o cambio que sea necesario.
“Aunque los resultados fueron alentadores para continuar trabajando y llevando a cabo nuevos proyectos que tenemos en mente, el colectivo está consciente de que aún nos faltan cosas por hacer”, precisó Castellanos.
Lili Isabel Pérez Farfán, Subdirectora de Programación de la Dirección Provincial de la Radio en Sancti Spiritus, destacó la necesidad de rescatar la disciplina radial y llamó a hablar la realidad, a decir lo que piensa el pueblo.
Señaló que por ser la Tercera Villa, Patrimonio de la Humanidad tenemos que saber reconocer lo que tenemos lo más autóctono de nuestra cultura e identidad y darle al visitante extranjero lo mejor de nuestras riquezas.
En el Balance, la dirección del centro decidió reconocer a los trabajadores Marta Ránquin, y los periodistas Belkis Niebla, Alipio Martínez, y Ana Marta Panadés por su destacada labor durante el año 2015.
También fueron galardonados los programas “En Caliente” y “Esto es Tremendo”, espacios que se han ganado la aceptación del público por sus diversas temáticas.
La radio está llamada a cultivar los valores y como dijera Ryszard Kapuscinsk: “Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias”.