Para Cuba y el mundo, Trinidad, la ciudad Museo del Caribe

Trinidad, una ciudad que debemos preservar para siempre, Foto: José Rafael Gómez Reguera.

Por: Juan Carlos Naranjo

A las ciudades patrimoniales hay que conservarlas por encima de todo, es un reto para decisores, para quienes conducen políticas y trazan estrategias. En el caso de Trinidad, ello está favorecido por su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (UNESCO), junto a su Valle de los Ingenios, desde diciembre de 1988.

Juan Manuel González Rondón, director de la Red Nacional de Museos de Arte,  reconoció las excepcionalidades de la urbe y afirmó que independientemente de la gran afluencia turística, los aportes financieros que ello conlleva y el desarrollo que implica, hay que conservar el patrimonio y llegue a las futuras generaciones.

Por eso se distingue Trinidad, aseveró, pues desde el principio hubo personas implicadas en estos objetivos como sus historiadores, la Oficina del Conservador y otros especialistas, proyectados hacia conservar y preservar este museo a cielo abierto viviente, porque eso distingue a la Tercera Villa de Cuba.

Cada casa trinitaria es un museo de artes decorativas, de piezas… amén del trabajo que se hace para preservar las tradiciones y todo su patrimonio intangible, en general.

González Rondón, también director del museo Nacional de Bellas Artes dijo que Trinidad es una de las ciudades más hermosas del Caribe y posiblemente de la geografía latinoamericana, lo que se ha conseguido gracias al esfuerzo gubernamental cubano y el amor de sus habitantes, según ha podido comprobar en conversaciones con personalidades de otras latitudes, como Cartagena de Indias, en Colombia.