Por: José Rafael Gómez Reguera
Es la era de Internet. Nadie duda de sus ventajas. Sin embargo, no podemos dejar a un lado los beneficios que ha aportado el correo tradicional. Por eso vale recordar el día internacional que se le dedica, porque Trinidad y los trinitarios no están ajenos a la modernidad; sin embargo, esas oficinas de correos, con sus carteros, además de otras opciones más cercanas a estos tiempos, gozan de simpatía.
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En la Tercera Villa de Cuba, el correo también tiene una historia para contar. Desde sus varias sedes, hasta los usos que se le deba, la época colonial le vio florecer, claro está, entre los más pudientes. Por algo todavía se recuerda un edificio de dos plantas en las inmediaciones de la llamada “lomita del correo”, en pleno Centro Histórico, donde por breve tiempo, incluso, llegó a existir un Museo Numismático de breve vida.
Aunque los tiempos modernos están signados por Internet y sus innumerables ventajas, es imposible borrar la historia de un plumazo e ignorarla. Por eso hoy rememoramos al correo tradicional, ese que comenzó en épocas remotas y evolucionó hasta las conocidas estaciones urbanas o postas rurales, sus cartas, telegramas, carteros… Cierto que las nuevas generaciones rara vez escriben una esquela, mandan una tarjeta postal; mucho menos hacen un mensaje breve, tan usual años atrás.
La modernidad de las telecomunicaciones es lo que domina, incluido el peso de la telefonía celular. Sin embargo, vale recordar que los servicios tradicionales de los correos, siguen vigentes. Ellos aportan beneficios a quienes todavía no poseen una computadora, o no saben o no quieren dejar atrás la nostalgia de una misiva escrita a mano… Una carta escrita con la caligrafía de cada cual, incluso, con cualquier error ortográfico o de concordancia, tiene su sello peculiar. Es el correo un aliado de las personas cuando queremos recibir publicaciones impresas, sean periódicos, revistas y sentir ese olor peculiar de la tinta…
El Día Mundial del Correo se debe a que el día 9 de octubre de 1874 fue fundada la Unión Postal Universal, una organización que permitió agilizar y mejorar las comunicaciones en buena parte del mundo. Las relaciones entre países de todo el mundo crecían exponencialmente. Los tratados de mensajería que impulsaban los gobiernos no eran suficientes para agilizar el correo, por lo que las cartas podían tardar varios meses en alcanzar su destino.
El correo postal está indisolublemente con los sellos y la filatelia. Muchos solo ven en estas pequeñas imágenes su fin utilitario. Sin ellos no se puede enviar ni recibir una carta o un paquete. Con su valor se pueden mantener tales servicios postales.
Adicionalmente está el valor coleccionable de las estampillas que se relacionan con el arte, la literatura, el deporte, la ciencia… Con álbumes temáticos bien confeccionados, puedes acrecentar tu cultura y hasta concursar y ganar premios… En fin, que el correo sigue siendo útil a pesar de las modernas tecnologías y la información y la comunicación…