Trinidad: Renovada imagen de la historia azucarera

Manaca-Iznaga se renueva y ofrece una bella imagen en el Valle de los Ingenios. Foto PL.

Guachinango y Manaca-Iznaga son las iniciadoras en el Valle de los Ingenios de los proyectos turísticos de naturaleza de Cuba

El Valle de los Ingenios, declarado por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad, en la central provincia de Sancti Spíritus, presenta hoy una imagen renovada del derrotero azucarero de Cuba en los siglos XVIII y XIX.

Un número importante de sus haciendas que en el pasado fueron parte de los dueños de los trapiches y fábricas de azúcar y miel se van sumando después a los proyectos turísticos, donde el visitante conoce de historia y disfruta de las bellezas del medio.

Guachinango, de inicios del siglo XIX, es la más reciente joya colonial recuperada en el centro sur de la isla, donde se conservan pinturas murales cuyo origen se remonta a 1806.

La hacienda, incluida en los planes de viaje de naturaleza, es una referencia de época donde se disfruta de la tradición campesina, música, comidas y bebidas.

Otra referencia es el patrimonio del ingenio Manaca-Iznaga que data de 1750, adquirido a fines del siglo XVII por la familia Iznaga-Borrell que contaba con abundantes tierras y una dotación de más de mil esclavos.

Entre los años 20 y 40 del siglo XIX, este fue uno de los ingenios con mejores zafras y ganancias de la industria azucarera cubana.

Las instalaciones industriales y barracas se hicieron acompañar por una torre tipo campanario y atalaya declarada Monumento Nacional.

Guachinango y Manaca-Iznaga son las iniciadoras en el Valle de los Ingenios de los proyectos turísticos de naturaleza del país, donde convergen y se desarrollan los vínculos cultura-recreación tan necesarios para el espíritu y la economía cubana.

El sistema de plantación azucarera en esta región está presente en 73 sitios arqueológicos con restos constructivos de la arquitectura vernácula adaptada a las funciones y requisitos de la producción: casa de calderas, de purga, alambique, almacén, torres y pozos, represas y aljibes, casas de viviendas para amos y siervos, enfermería y cementerios, entre otros.

Este sitio, según datos históricos, es considerado el más importante emporio de Cuba en la primera mitad del siglo XIX al producir 640 mil arrobas de azúcar (unas 12 mil toneladas) y donde fueron explotados cerca de 12 mil negros esclavos, la mayoría llegados de África. (Agencia Prensa Latina)